Un grupo de propietarios de la urbanización Coralmar, ubicada junto al puerto de Cala Corral, en Cala Tarida, quisieron hacer pública ayer su indignación por una tala de pinos de «más de cien años» realizada con «licencia del Ayuntamiento de Sant Josep».

Según un portavoz de los vecinos, Sylvain Carreau, esta tala fue llevada a cabo «por el presidente de la urbanización, sin consultar con el resto de los propietarios de Coralmar» y con «una licencia de obra menor del Ayuntamiento», algo que consideran «indignante».

Según destaca este vecino, el Consistorio «había otorgado licencia para tres árboles de tamaño pequeño pero se han cortado al menos cinco árboles de más de 10 metros de altura, con diámetros de entre 70 y 120 centímetros, que habían crecido rectos y en perfecto estado de salud», se quejó Carreau.

Asimismo, este portavoz destacó que los pinos que se cortaron bordeaban el carrer de sa Barda «y no representaban ningún peligro para la gente». «Al contrario, sujetaban con sus raíces la pendiente de la carretera de acceso a la urbanización y no había ninguna línea de alta tensión cerca», agregó.

Carreau indicó también que la razón que dieron para cortar los árboles «es que tapaban el sol a los apartamentos que se encuentran a lo largo del barranco, cosa que desmienten los propietarios porque tampoco están de acuerdo con lo que se ha hecho».

Asimismo, indicó que a los vecinos se les ha informado «que tienen planes de seguir con el corte de los árboles», por lo que piden que se detenga y que «no vuelva a ocurrir».