Caricatura de Felipe Vivancos, atleta. | Àlex Fito

(Eivissa, 1980) Es de Can Escandell, estudió en el colegio de Cas Serres de Eivissa donde de la mano de una profesora entrenadora de atletismo, Marian, descubrió este deporte. Desde entonces no ha parado de correr este vallista olímpico que empezó en el Club Atletisme Pitiús (CAP) con Toni Roig. Siendo adolescente, a los 16 años, se fue a Madrid y allí sigue entrenando en el Centro de Alto Rendimiento donde ahora se prepara para el Campeonato de Europa que a finales de julio se celebra en Barcelona.

-¿Cuál ha sido su ídolo?
-Ha habido varios pero Allen Johnson me ha gustado mucho. Ha sido campeón olímpico, no ha llegado a tener el récord del mundo pero ha estado cerca.

-¿Cómo recuerda la final del europeo de Madrid de 2005 con varias descalificaciones?
-Tengo buen recuerdo porque fui subcampeón de Europa. Es lo mismo que me pasó a mí, que me echaron con un alemán del Campeonato del Mundo por una nula. La final se abarató porque te quitas rivales de encima por las salidas nulas, pero mucho mejor. Fue accidentada pero tengo un buen recuerdo.

-¿Cuál es el mayor sacrificio?
-Estas continuamente sacrificándote porque aparte de que es muy cansado no puedes hacer una vida normal. No puedes quedar con tus amigos ni salir cuando quieres. Sabes que tu forma depende de cómo te cuidas y de que descanses bien.

-No me creo que lleve una vida de asceta en Madrid.
-Hombre, sí. Todos hemos tenido 20 años y, a lo mejor, algún día te escapas pero cuando tienes 25 años sabes que si no te cuidas no funcionas, llegan los dolores y estás reventado. Está claro que te tienes que cuidar y descansar para seguir el ritmo del entreno. En los últimos años he salido muy poco y, si sales, te vas a cenar. Cuando acabas una temporada te puedes pegar un homenaje un día o dos.

-¿Dónde recomienda que empiece a hacer deporte una persona a los 40 años?
-Si no haces nada antes, lo ideal es empezar andando rápido una media hora y, a partir de ahí, a hacer ejercicio. El tío de mi novia, que era un fumador empedernido, empezó a correr casi a los 40 y ahora hace maratones en montaña. Es como todo, empiezas poco a poco y así vas, se puede conseguir lo que quieras.

-¿Ha pensado ya a qué se va a dedicar cuando se retire?
-Lo pienso mucho, será algo relacionado con el atletismo y, si no, relacionado con el deporte.

-No es lo mismo tener una tienda de deportes que ser profesor de gimnasia.
-No, no, me gustaría algo como entrenador de alto rendimiento o relacionado con el alto rendimiento. Creo que puedo aportar algo porque tengo una experiencia muy larga.

-¿Qué opina de la figura de Samaranch?
-Coincidí con él en una fiesta del deporte y en los Juegos Olímpicos. No he intercambiado muchas palabras con él porque éramos muchos. Hizo muchas cosas por el deporte olímpico, ha favorecido que den mejores becas y se le dé más importancia al deporte. Se ha dedicado a eso en cuerpo y alma.

-¿Qué le parece que un deportista se meta a político como Mario Avellaneda?
-Me parece bien. Es algo bastante habitual. Hay muchos deportistas que, cuando vuelven a sus pueblos, se dedican a la política. Avellaneda está preparado.

-¿Lo está haciendo bien?
-Estoy en Madrid y no lo sé. Las cosas siguen igual que siempre y no me afectan las decisiones que tome.

-¿Qué opina de los casos de corrupción que están saliendo en Balears?
-Me da un poco de vergüenza ajena. Mucha gente en Madrid me pregunta y hace comentarios sobre la comunidad. Hay tantos casos que ya no sabes si confiar en ellos, pero yo confío en la mayoría. Es como el dopaje, prefiero pensar que nadie se dopa y, si hay alguna oveja negra, pues lo mismo.