Foto de archivo tomada el 13 de febrero de 2011 del cantante británico Seal (dcha) y de la modelo alemana Heidi Klum (izq), mientras posan para los fotógrafos a su llegada a la 53ª ceremonia de entrega de los premios Grammy en Los Angeles. | Efe

La modelo Heidi Klum y el cantante Seal formaban el tándem  perfecto. Era una pareja de enuseño admirada y querida por todos, y  con ellos parecía que las historias de cuento eran posibles en el  mundo real. Pero desgraciadamente el sueño se rompió en mil pedazos  cuando ambos hicieron pública su separación.

Ocurrió el pasado mes de enero, cuando la pareja, a través de un  comunicado enviado a la revista People, hizo público el fatal  desenlace de su historia. «Nos estamos separando. Hemos disfrutado  siete años de matrimonio llenos de amor, lealtad y felicidad, pero  tras mucha reflexión hemos tomado esta decisión», escribieron.

Según sus palabras, todo hacía presagiar que el proceso de  divorcio iba a ser uno de los más amistosos de la historia pero tras  conocerse la más que probable relación sentimental de la modelo con  su guardaespaldas, la tormenta ha estallado.

Seal ha hablado con los periodistas de TMZ y se ha despachado a  gusto sobre el asunto: «Bueno, chicos, eso es lo que sucede cuando  dos personas se separan, siguen con sus vidas y eso generalmente  quiere decir gente nueva en su entorno. No espero que Heidi se  convierta en monja», expresó Seal a la cámara de TMZ.


«Esperaba que Heidi mostrara más clase»

Pero tras una breve pausa añadió: «No esperaba menos de él (el  guardaespaldas) pero hubiera preferido que Heidi mostrara un poco más  de clase y esperara a que nos separáramos antes de decidir fornicar  con los empleados».

Sin duda duras palabras que presentan a Seal como la 'víctima' y a  Heidi como la 'malvada' de la historia, algo que ella no está  dispuesta a tolerar y por lo tanto se ha apresurado a negar las  acusaciones de su ex marido afirmando que nunca le fue infiel.

¿Quién tendrá razón? Solo el tiempo lo dirá.