Los Ángeles Guardianes, estacionados frente al centro hospitalario, antes de invitar a dar un paseo en moto a todos los niños interesados. | P. Pellicer / G.A.

Los niños de Son Espases vivieron ayer su gran fiesta prenavideña. Más de un centenar de moteros pertenecientes a la asociación de policías motoristas Ángeles Guardianes se concentraron frente a las puertas del centro, donde invitaron a todos los pequeños interesados en dar un paseo en sus espectaculares motos de marcas de leyenda a cargo  del Grupo Harley Davidson.

La concentración, acompañada por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, contó con una degustación de repostería, bebidas y un castillo hinchable que hizo las delicias de los pequeños. La idea de esta iniciativa, que se celebra desde hace más de una década, partió de Francisco Ruiz, ‘Xysko’. «Todo surgió a raíz de un encuentro con un niño hemiplégico, Rubén, quien me dijo que su mayor ilusión sería montar en moto. Ahora ya tiene veinte años», recuerda, conteniendo la emoción. «Lo que deseamos es quitar de la retina de los niños la impresión de que la policía está siempre para castigar».

Por su parte, la Benemérita con su Grupo de Montaña contribuyó al evento con una demostración de rescate que se combinó con una pequeña tirolina para los niños y niñas asistentes al acto. La celebración que concluyó con una visita al servicio de oncología y al de grandes crónicos donde, habitación por habitación, los Ángeles Guardianes repartieron más de cincuenta regalos, a cargo de El Corte Inglés, en forma de juguetes variados y con abundancia de peluches, pensados para niños de tres a ocho años,  que los pacientes recibieron con especial ilusión.