Anna Ferrer se ha convertido en el apoyo fundamental de su madre, Paz Padilla, que ha vivido un 2020 muy difícil tras la muerte de su marido por cáncer.

La joven influencer, muy activa siempre en las redes sociales, ha tirado de ellas para hablar sin tapujos de varias cosas en los últimos días.

Una de ellas es que estaba pasando por un brote de ansiedad, por lo que quería compartir con sus seguidores los trucos que le ayudan a frenarla.

Así, la joven de 23 años habló de nuevo de un trastorno del que ya tenido la oportunidad de explayarse en otra ocasión, concretamente desde la separación de sus padres, en 2005.

Así, recientemente, Anna contaba que sentía un «poquito» de ansiedad. Además, decía sentirse orgullosa de haber superado aquellos niveles altos de tiempos pasados, y todo gracias a la ayuda de un psicólogo especializado que ha sabido darle las herramientas necesarias para tener una buena salud mental.

Además, la hija de la presentadora ha hablado abiertamente también de la relación que tiene con su padre, poniendo fin a los rumores que dicen que hay un distanciamiento entre ambos.

«Tengo muchas así», escribe en sus redes, haciendo alusión a una foto con él tras una pregunta de una seguidora. «Que no lo veáis por aquí no significa que no nos veamos o que no hablemos. Tenéis que entender que no todo lo que hacemos lo mostraos en redes», dice tajante la joven influencer.