Desde que en octubre de 2022 sufriera un ictus, Kiko Rivera no ha parado de encadenar problemas de salud. A una larga recuperación por lo que le ocurrió, se sumó un nuevo ingreso en el hospital en julio de 2023 para someterse a un cateterismo ante sus problemas de corazón.

La semana pasada, el DJ se vio obligado a cancelar un concierto en A Coruña debido a fuertes dolores en una de sus rodillas. Las alarmas saltaron entonces y el hijo de la Pantoja ha anunciado ahora que padece osteonecrosis, también denominada infarto óseo. No obstante, aunque en un primer momento se creía que tendría que pasar por el quirófano, finalmente la enfermedad ha sido detectada a tiempo y bastará con un tratamiento para superarla.

"Estoy jorobaíllo, pero nada que no tenga arreglo, nada que no tenga arreglo«, ha señalado a las cámaras de Europa Press, antes de comunicar oficialmente a sus seguidores la dolencia que padece: »La osteonecrosis de la rodilla (necrosis avascular de rodilla) hace referencia a la muerte de las células óseas y de la médula ósea por causa isquémica. Son sinónimos de esta enfermedad el infarto óseo de rodilla o necrosis aséptica de rodilla. Pero no hay que operar. Pronto estoy de vuelta. Este año la liamos".

A pesar de que Kiko Rivera dio un giro de 180 grados a su vida en cuanto hábitos de alimentación y deportivos tras sufrir el ictus hace ya un año y medio, lo cierto es que su salud no termina de asentarse. A ese tremendo susto y a su operación de corazón se une otro ingreso hospitalario más a principios de 2023 debido a un cólico nefrítico.

Eso sí, el DJ no pierde la sonrisa, menos aún cuando se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera tras el éxito de su single El mambo. Este viernes, además, Rivera tiene un buen motivo de celebración: cumple 40 años.