Arde la indignación en las redes sociales por lo que muchos televidentes habituales de Telecinco han considerado un 'tongo' en la última gala de expulsión de Gran Hermano Vip.

El hecho que la princesa del pueblo, Belén Esteban, no resultara expulsada este jueves, sumado al estrecho margen que la separó de su oponente, ha colocado la mosca detrás de la oreja a un gran número de usuarios, llegando a provocar un desmesurado estallido de indignación, solo comparable a los registros de audiencia del polémico programa.

Algunos han pasado a la acción. Se han organizado y están recabando firmas para que se invaliden dichas votaciones, o incluso para que Mediaset devuelva el dinero de los SMS que supuestamente no fueron contabilizados, para así garantizar que la expulsada fuera la otra concursante en liza, Ares Teixidó.

La cuestión tomó tintes de cierto esperpento, y en el mismo directo se escucharon entre el público presente cánticos de «tongo», a los que el presentador se apresuró a responder, recordando que las votaciones se someten al control de un notario, algo que no ha cambiado desde la primera edición, aseguró.

Y es que la controversia parece formar parte indisoluble del reality que conduce Jordi González. De hecho, hace pocos días, algunos medios digitales publicaron que la cadena ha contratado los servicios de una empresa especializada en ciberseguridad para descabezar un supuesto complot orquestado en Twitter.

Según esta información, en las redes hay quien quiere dañar espacios como GHVIP o Sálvame a través de desprestigiar y señalar con el dedo a los anunciantes que los apoyan.