Tras la ruptura, parece que pierden toda su importancia y pueden servir más como objetos de 'coleccionismo' que otra cosa.

Muchas son las relaciones que se rompen en La isla de las tentaciones, ya sea por una infidelidad o no. Pero, además de los dos miembros de la pareja, a veces hay otros damnificados, como el perro de Lola y Diego, el peluche Rosito de Mayka o, en este caso, las joyas de Lucía y las fotos de Jesús.

Los anillos y pulseras de la gaditana ya vivieron un fatal destino tras los primeros besos de Manuel con Stefany y Fiama, y terminaron en el fuego de la hoguera completamente quemados. Sin embargo, parece que ese no fue su desenlace, pues en El debate de las tentaciones se vio cómo Sandra Barneda le dio las joyas chamuscadas a Manuel en una caja.

Por otro lado, Marina poco tardó en romper la imagen que tenía sobre la cama junto a Jesús, y lo hizo después de haberle visto besándose con Stefany -aunque ella ya llevaba haciéndolo con Isaac bastante tiempo-. Pero Jesús también tiene una foto igual intacta.

Dos recuerdos bonitos de una relación que ha terminado, al menos en el caso de Manuel y Lucía, que se haya confirmado. Pero, tras la ruptura, parece que pierden toda su importancia y pueden servir más como objetos de 'coleccionismo' que otra cosa.

Por ello, Manuel y Jesús han decidido sortear todos estos, y otros, elementos relacionados con La isla de las tentaciones como parte de la promoción de una cuenta de Instagram nueva llamada Villa Playa que llevan los cinco participantes de la tercera temporada.

Junto a las joyas de Lucía quemadas, la caja en la que Sandra Barneda se las dio y la foto de Jesús y Marina, también sortean una concha que estaba colgada en el salón de la casa de los chicos y una foto de los cinco participantes juntos. Y, todo ello, se entregará «en persona al afortunado o afortunada».

Muchos usuarios de las redes no han salido de su asombro al ver esta estrategia, y especialmente han criticado a Manuel y Jesús por utilizar los recuerdos de sus parejas para sacar provecho mediático. ¿Pero cómo le habrá sentado esto a Lucía y Marina? Pues ellas optaron por destruir y romper esos objetos en un ataque de ira y decepción como un hecho simbólico, no lo guardaron para otro fin.