La cuarta etapa de la Vuelta ciclista a España, que se disputará hoy entre la localidad madrileña de Las Rozas y Salamanca, volverá a ser una jornada propicia para las escapadas y en la que los velocistas deberán jugar sus bazas en los metros finales de la misma.

De 185'6 kilómetros de recorrido, la cuarta jornada contará con dos puertos de montaña sin demasiada importancia, el Alto de Galapagar, de tercera categoría, muy cerca de la salida, concretamente a menos de diez kilómetros, y La Paradilla, de segunda, a algo más de 34 del punto de partida, que los convierte en carentes de importancia para el desarrollo de la etapa, aunque sí propicios para que en esos puntos algún corredor intente la aventura en solitario como en días anteriores.

Salamanca es un clásico de la ronda española, tanto en organizar salidas como llegadas y este año repetirá jornada, pues además de la llegada de la cuarta jornada, la ciudad universitaria será la encargada de llevar a buen puerto la contrarreloj individual de dos días después, que tendrá ahí sus dos puntos calientes, salida y llegada. Hasta la fecha, en Salamanca se han producido catorce finales de etapa, el último de ellos en 1996, cuando ganó el italiano Di Renzo en una llegada masiva.