E.P.-MADRID El Real Madrid tiene hoy (20:45 horas) un importante compromiso europeo ante el Rosenborg noruego, aunque más allá del aspecto deportivo, lo más interesante será comprobar la capacidad de reacción del equipo que dirige Vicente del Bosque ante el monumental enfado de la afición tras el 1-5 del Zaragoza en el Bernabéu.

Para ello, el equipo blanco, que defiende el liderato en el grupo C, recupera a dos hombres fundamentales en el esquema del equipo: Hierro y Redondo, que por fin se han recuperado de sus respectivas lesiones, y todo apunta a que saldrán desde el inicio del encuentro. Del Bosque destacó ayer al respecto, tras el entrenamiento del equipo en la Ciudad Deportiva, que «aunque no estén al cien por cien con su responsabilidad, su buen compañerismo van a hacer un esfuerzo para ayudar al equipo, algo que también es muy importante para el rendimiento y la mejora colectiva». También ha entrado en la convocatoria el francés Nicolas Anelka, recuperado de su faringitis y que ayer entrenó por primera vez con el grupo, pero se sentará en el banquillo de suplentes, ya que para el técnico madridista el delantero «no está en las mejores condiciones para jugar un partido de 90 minutos». «Para que los jugadores puedan rendir en partido tienen que haber rendido primero en el entrenamiento y Anelka no ha entrenado al ritmo de los demás, por lo que difícilmente le vamos a pedir más de lo que podemos», continuó Del Bosque.

El equipo está dolido tras la abultada derrota ante los de Txetxu Rojo en la pasada jornada de Liga, y es que los blancos no encajaban cinco goles en su feudo desde hacía 25 años. Por ello, el entrenador del Real Madrid, un hombre de la casa, reconoce que ésta es una oportunidad de oro para volver a ganarse a los aficionados, que espera acudan en masa al estadio. «Sabemos que para el madridista de base, ése que está entristecido por la situación del equipo va a acudir en masa al Bernabéu, la competición europea es una ocasión de oro para ganarnos al público», explicó Del Bosque.