Schumacher, profeta en su tierra

Michael Schumacher dio una auténtica exhibición de pilotaje sobre agua, demostrando que no tiene rival bajo condiciones climatológicas adversas. Durante las diez primeras vueltas, con la pista seca, Hakkinen dominó la prueba.

Con la llegada de la lluvia el panorama cambió definitivamente. Cuando la adherencia disminuyó, los dos Ferrari dieron buena cuenta de las flechas de plata que les precedían. El obligado paso por boxes para montar los neumáticos de lluvia estabilizó las posiciones: Schumacher dominaba con comodidad, mientras que Hakkinen era segundo con suficiente ventaja sobre Coulthard. Barrichello, por su parte, descendió a la octava plaza. En ese momento el protagonismo pasó a manos de Martínez de la Rosa. El catalán hizo una gran salida que le catapultó del duodécimo al noveno puesto e inició una escalada que le llevó hasta la cuarta plaza tras el primer repostaje.

Si el Arrows se había comportado de forma excepcional sobre el asfalto seco no lo hizo peor sobre mojado. Con la lluvia, De la Rosa tuvo que ceder la cuarta plaza primero ante Fisichella y después ante Barrichello, un auténtico torbellino con la pista mojada. De la Rosa se estabilizó en la sexta plaza, manteniendo cuatro segundos sobre un trío perseguidor formado por Irvine (Jaguar Ford), Ralf Schumacher (Williams BMW) y Jos Verstappen (Arrows Supertec), que en apenas una vuelta quedó deshecho en un accidente que acabó con los tres monoplazas fuera de carrera.

Las posiciones se mantuvieron estables hasta el segundo cambio de neumáticos. En medio del baile de pilotos De la Rosa llegó a ocupar por unas vueltas la tercera posición, si bien cuando se normalizó la prueba, una vez que todos los pilotos pasaron por el box, el catalán volvió de nuevo a su posición natural, la sexta plaza, en la que concluiría la prueba consiguiendo su primer punto en el presente campeonato, segundo de su carrera deportiva.