EFE - HOLANDA
El sueco Anders Frisk, que pitará la final, es un árbitro que, según sus propias palabras, está preparado «para soportar la presión» y tener «buenas actuaciones» en partidos importantes. «Pero no es fácil sentirse vigilado por dieciocho cámaras y saber que todo el mundo está pendiente de ti», reconoció Frisk, un agente de seguros de 37 años. El sueco tiene fama de ser riguroso sobre el terreno de juego y de siguer al pie de la letra las últimas directrices de la UEFA.