EFE - SYDNEY
La vela española vivió ayer de nuevo una mala jornada en los Juegos de Sydney, en la que tan solo el 49er salvó la situación general tal y como el domingo lo hiciera el Mistral femenino con Mari Carmen Vaz.

Santiago López Vázquez y Javier de la Plaza fueron los encargados de dar la primera alegría a una vela española que tras la primera jornada estaba necesitada de buenos resultados. Su primer puesto en la prueba inicial del 49er, por ende la primera en su reciente andadura en los Juegos Olímpicos, puso las cosas en su sitio y reafirmó la candidatura de los actuales campeones del mundo a colgarse uno de los metales en juego. La pareja española estuvo magistral en esta primera prueba, supo sacar provecho de un role salvaje del viento de 180 grados para situarse en los puestos de cabeza y pasar a dominar con absoluta autoridad poco después hasta cruzar la línea de llegada.

La segunda manga de la clase no les fue tan bien, pues finalizaron octavos, lo que les llevó a la tercera posición de la general, pero incluso aquí demostraron que han venido a Sydney a lograr medalla, pues siempre estuvieron en los puestos de cabeza. Una falta de concentración en el último largo al no ver bien un cambio de viento les descolgó de los primeros puestos, pero de ese fallo, como al final reconoció el propio patrón, se sacan buenas conclusiones y es que en un campo de regatas tan difícil como éste nunca se puede dar nada por hecho.

El otro lado de la moneda lo firmaron el resto de las clases en competición: Mistral masculino y femenino, Soling y Tornado, donde las actuaciones estuvieron muy lejos de lo deseado por todos.