31 ESPAA: Barrufet, Chepkin (3), Guijosa (4'3p), Ortega (4), Urdangarín (2), Dujshebaev (5), Masip (6) "equipo inicial" Garralda (5), Lozano (1), Ugalde (1), Juancho Pérez.

28 ESLOVENIA: Lapajne; Vugrinec (1), Kastelic (3), Puc (4), Pugartnik (6), Tomsic (3), Pajovic (2) "equipo inicial" Likavec, Banfro, Serbec (1), Lubej (8), Pusnik (ps).

ÀRBITROS: Litvinov y Judoerko (Rusia). Excluyeron a Puc, Pajovic (2), Chepkin (2) , Urdangarín y Lozano.

ANTONIO TOMÀS - EFE SYDENY
España avanzó un paso más en la competición de balonmano de Sydney después de ganar a Eslovenia por 31-28, lo que despeja su camino para colocarse, incluso, como líder del grupo en la última jornada que le enfrenta pasado mañana con Suecia. Creer en las propias posibilidades para un equipo es primordial, especialmente ante la igualdad de la competición olímpica y la presión por las medallas. Los españoles más que nunca ofrecieron esa sensación de creerse su alto nivel en este deporte, y Eslovenia agachó la cabeza.

España subió un escalón muy pronto en el partido para ver a su rival por encima del hombro. En 5 minutos de ensueño el equipo de Román se colocó con un 4-0 que sirvió, además, para la autoconfianza. Ese ritmo decreció, sobre todo por la gran cantidad de balones perdidos y los agujeros defensivos entre líneas. El sistema 5-1 de la zaga española tuvo por el lado de Urdangarín una enorme fisura, aunque España no perdió el dominio en el marcador con 3 y 4 goles de ventaja.

España entremezcló juego de alta calidad con errores infantiles. Lo mejor, sin duda, sus prestaciones en ataque. Sin miedo a lanzar, Masip y Duishebaev fueron dos colosos. Con 17 goles, que evidenciaron un buen resultado en el juego de ataque, España se marchó al descanso con la conciencia tranquila, puesto que en la primera media hora fue el mejor.