Efe - LONDRES
La policía británica impidió que cerca de medio millar de aficionados que habían acudido al aeropuerto de Glasgow para recibir al Real Madrid pudiesen saludar a sus ídolos y, «por motivos de seguridad», desvió la llegada del conjunto a Escocia por una salida lateral. El Real Madrid llegó a Glasgow e intentó por dos veces acudir a la salida principal, tal y como ha hecho en la mayoría de las ocasiones esta temporada, por recomendación de su presidente, Florentino Pérez.

La policía, sin embargo, les conminó a utilizar una puerta lateral, porque «no podía garantizar la seguridad» ante la aglomeración que se formó en la terminal. «Pretendíamos salir por la puerta general, pero nos pararon en la misma salida. Nos dijeron que había muchos problemas fuera. Hicimos un nuevo intento, pero nos repitieron que por razones de seguridad debíamos salir por una puerta lateral donde nos esperaba un autobús», explicó el director general deportivo del club, Jorge Valdano. «Supongo que aquí no estarán acostumbrados a luchar con estas aglomeraciones de gente. Esto no es España, donde vivimos estas situaciones con mucha frecuencia, por eso nosotros estábamos dispuestos a salir por la terminal y la policía nos pidió otra cosa. Nosotros, como siempre, lo sentimos por la gente que nos estaba esperando, pero donde manda capitán no manda marinero», añadió.

Valdano indicó que, en cualquier caso, la seguridad «debe ser una prioridad» y que el club lo acepta, aunque le hubiese gustado «agasajar a estos aficionados». «Sabemos que el equipo dejó un buen recuerdo en Glasgow y por eso tenemos seguidores. La intención era corresponderlos como hemos hecho en todos los lados esta temporada, pero no hemos podido», añadió. La decisión de la policía privó a los aficionados escoceses, en su mayoría niños que vestían la camiseta del Real Madrid, de cazar el autógrafo por el que se habían desplazado al aeropuerto situado a las afueras de la ciudad. El Madrid, que se encontró con una fina lluvia y 14 grados centígrados de temperatura, quedará concentrado en el hotel Gleddoch, que ha reservado por completo, a 30 kilómetros de Glasgow.

Por su parte Fernando Hierro reconoció que, en la final de Glasgow, el Real Madrid se jugaba «la gloria o el fracaso en noventa minutos», porque llegados a este punto «poco cuenta el trabajo que se ha hecho a lo largo de todo un año». «El miércoles sabremos si ha merecido la pena la brillante trayectoria que hemos mantenido a lo largo de 17 partidos en esta competición. Nuestra intención es dar una alegría al madridismo», comentó Hierro. «Es toda una final», siguió el capitán del Madrid, «de la copa de Europa y la afrontamos como tal, con toda la ilusión del mundo por ganarla. Es un título que aporta mucho prestigio y a este club le gusta». Tras haber perdido la copa del Rey y la Liga, este título se vuelve todavía más importante si cabe. «Este título es importante por sí mismo. Creo que hemos cumplido, como equipo, con el objetivo de luchar por todos los títulos. No hemos podido conseguir los anteriores y éste es el único a que aspiramos ahora», observó Hierro.

El central desestimó la idea de que el Real Madrid era el claro favorito en Glagow. «En una final no hay ningún favorito claro, sólo dos equipos que quieren el mismo título. En la historia hay multitud de casos en que el favorito no ha ganado y al revés. Hay mucha igualdad», indicó. El Bayer ha perdido la Liga y la copa en apenas una semana, lo que quizás le haga más peligroso todavía. «No creo que sean más peligrosos por eso. Nosotros también hemos perdido la Liga y la Copa, así es que los dos equipos somos muy peligrosos. Llevamos un año muy similar, pero si somos capaces de ganar, habremos hecho una buena temporada», dijo el defensa.