Carlos de Torres - FRANCIA
El francés Richard Virenque volvió al Tour después de un año de ausencia y conquistó en solitario el mítico Mont Ventoux en una etapa larga, de 221 kilómetros, en la que el estadounidense Lance Armstrong se acercó al cuarto Tour con un ataque devastador e Ígor González cedió su tercer puesto en la general al lituano Raimondas Rumsas. Virenque aguantó una escapada de 200 kilómetros, dejó a sus acompañantes y sacó fuerzas para afrontar en solitario los últimos 10 del ascenso al Mont Ventoux, convertido en un horno por el calor, y no sólo logró anotarse la quinta etapa de montaña en el Tour, sino que aguantó un tremendo ataque de Armstrong, quien no logró poner su nombre en el historial del monte pelado, pero se acercó a París de forma contundente.

El francés nacido en Casablanca hace 32 años saldó su deuda con la afición en un escenario que hace temblar a los corredores con sólo nombrarlo, un lugar para sufrir 21 kms con una pendiente media del 7.6 por ciento en cuya cima levantó los brazos para pasar a la historia de los elegidos y suceder al italiano Pantani, último ganador en 2000. El corredor del Domo invirtió un tiempo de 5h.43.26 en los 221 kilómetros entre Lodeve y Mont Ventoux.

El ruso Alexandre Botcharov, del AG2R, entró segundo a 1.58 y Armstrong tercero a 2.20. El estadounidense tenía el reto de apuntarse en la leyenda del monte de paisaje lunar donde, según el proverbio provenzal, «no está loco el que sube, sino el que baja», pero llegó tarde en la caza de Virenque, y eso que el líder se lanzó a falta de 8 kms de meta como un cohete. El ataque de Armstrong se produjo como respuesta a otro que Joseba Beloki osó lanzarle dos segundos antes. El corredor del ONCE le ganó unos metros, pero espoleado por su orgullo, el tejano se lanzó como un rayo hacia la cima. Aquello fue imparable, nadie le pudo seguir y demostró que el cuarto Tour consecutivo es cuestión de dejar pasar unos días y no sufrir ningún imprevisto.

Los efectos colaterales del ataque de Armstrong fueron concluyentes: sacó 1.45 a Beloki (ONCE), 3.32 a Sevilla (Kelme) y 5.09 a Ígor González. El lituano Rumsas aguantó el tipo y se encaramó en la tercera plaza del podio al llegar quinto a 3.36 de Virenque. Francisco Mancebo (iBanesto.com) fue el primer español a 3.51. El colombiano Santiago Botero se hundió por completo y acabó la tortura a 15.04. Joseba Beloki se confirmó como la mejor baza española para el podio final y aunque le costó caro su atrevimiento ante Armstrong mantuvo la segunda plaza, ahora a 4.21 del líder. Rumsas le discutirá aún el puesto, a 6.39 del americano. Ígor se aleja al cuarto lugar, a 8.36, y Mancebo es quinto a 10.49.

El Mont Ventoux no falló a las espectativas y prestó sus interminables 21 kms para la batalla más trascendente del Tour, donde Virenque se reencontró con su brillante pasado y Armstrong dio un paso de gigante en su objetivo de vestirse de nuevo con el amarillo líder en París. El día de descanso llega como agua de mayo para curar el dolor de piernas. Los kilómetros en el Tour no perdonan. Después de la visita al Mont Ventoux el Tour descansa el lunes y vuelve a la ruta el martes con la disputa de la decimoquinta etapa entre Vaison La Romaine y Deux Alpes, con 7 dificultades, incluyendo el cuarto final en alto de la ronda en los Deux Alpes. El pelotón prepara la fase que marcará el podio final de París con Armstrong como indiscutible líder a falta de que ocurra alguna catástrofe de última hora, algo poco probable si tenemos en cuenta el dominio del americano.