Javier García-Ochoa (Efe)|BARCELONA
El alemán Michael Schumacher ha hecho triunfar al nuevo Ferrari F2003 FG en el Gran Premio de España y ha sido el único rival con el que no ha podido Fernando Alonso (Renault R23), segundo, en una jornada inolvidable para el español y para los 96.000 espectadores que acudideron al circuito de Cataluña. Alonso ha conseguido el mejor resultado de un piloto español en la Fórmula Uno, ya que hasta ahora solo Alfonso Cabeza de Vaca, Marqués de Portago, había acabado en la segunda posición en el Gran Premio de Gran Bretaña de 1956, pero con la salvedad de que compartió su Ferrari con el británico Peter Collins, como autorizaba entonces el reglamento.

La diferencia entre el quíntuple campeón del mundo y Alonso creció a siete segundos cuando el asturiano se encontró con un grupo de coches rezagados que no le facilitaron el adelantamiento, pero una vez superados comenzó a disminuir la diferencia con el alemán.

El asturiano, que como ha manifestado en la conferencia de prensa ha dado 65 vueltas de clasificación porque siempre ha ido al límite, nunca se ha dado por vencido hasta que ha cruzado la línea de meta entre grandes señales de júbilo, no sólo suyas, sino de los graderíos poblados en esta ocasión de las banderas azules y amarillas del Principado de Asturias.

Autor de una salida espectacular, en la que adelantó a Barrichello y se situó bajo el alerón de Michael Schumacher, los Ferrari, para contener el impulsivo asturiano, estuvieron a punto de tocarse y quedar eliminados. Pero después de esta exhibición la carrera fue neutralizada tras el coche de seguridad, porque en la línea de salida se había quedado clavado en su puesto el Jaguar del brasileño Antonio Pizzonia y fue embestido por detrás por el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), el líder del Mundial, que partía desde el último y puesto, y ambos coches quedaban en medio de la pista.

También se quedó en la primera curva el compañero de Fernando Alonso, el italiano Jarno Trulli, eliminado por el británico David Coulthard (McLaren-Mercedes).

Cuando se reanudó la carrera Alonso siguió perfectamente el ritmo de los Ferrari y, aunque Barrichello cubría la espalda de Michael Schumacher, no lograba que se escapara su compañero de equipo, porque el ovetense le presionaba continuamente.

El piloto de Renault se paró por primera vez a repostar en la vuelta 17, se incorporó a la pista en la quinta posición y con la ventaja de poder rodar libremente sin que nadie obstaculizara su marcha. Así, cuando se detuvo Barrichello tres vueltas después, el español se encontró en segunda posición tras Schumacher.

El momento más difícil de la carrera de Alonso fue entre las vueltas 38 y 41, cuando se encontró detrás de Ralf Schumacher (Williams-BMW), en esa fase segundo tras la segunda parada que realizó para repostar.

El asturiano no podía quedarse detrás del alemán, que ya le había puesto las cosas difíciles a su hermano Michael. Le presionó y en la amplia curva a derechas, la tercera, le enfiló por el interior, le pasó y Ralf, en una jornada desafortunada, se salió además de la pista, quizá sorprendido por la audaz maniobra de Alonso, que ya le había hecho otra pasada similar en Brasil.

El adelantamiento a Ralf le permitió asegurarse el segundo puesto, ya que Barrichello también perdió mucho tiempo en superarlo y quedó definitivamente descolgado de la cabeza de carrera.

Michael Schumacher cruzó la línea de meta con cinco segundos y siete décimas de ventaja sobre Alonso y logró así la victoria número 47 de su carrera, la quinta en el Gran Premio de España y la tercera consecutiva en el Circuito de Cataluña.