El grupo balear de Tercera división se ha adelantado al final previamente establecido. Aunque el calendario indique que todavía resta una jornada por disputarse, el último fin de semana anticipó el desenlace de la categoría y sacudió sus cimientos, ya que si antes de disputarse la misma había muy pocas cosas en claro, los diez partidos jugados terminaron de perfilar la cima de la clasificación.

El sábado se conocía que el título viajaría hasta las vitrinas de la Peña Deportiva Santa Eulària y el domingo quedó totalmente definida la parrilla de equipos que disputarán la fase de ascenso a Segunda B. Al campeón le acompañarán el Poblense, el Santanyí y el Vilafranca, que tendrán la ocasión de comprobar las ventajas e inconvenientes del nuevo formato del play-off.

Este año pasará a la historia el fatídico sistema de liguilla que tantos problemas creaba a los equipos baleares. Eso significa que se abren nuevos horizontes para los clubes del archipiélago, que por primera vez en mucho tiempo pueden afrontar ese segundo ciclo de la competición con esperanzas de seguir adelante sin tener que entregarse a las primeras de cambio.

La liguilla en grupos de cuatro equipos quedará sustituida entonces por el modelo de eliminatorias, en el que será necesario avanzar dos rondas para certificar el salto de categoría. Lo que si mantiene es la división geográfica que se seguía hasta el año pasado, por lo que el sorteo de las confrontaciones emparejará a los equipos isleños ante rivales de Catalunya, Comunitat Valencia y Murcia. Ese sorteo atenderá además a la posición que hayan ocupado los equipos en la tabla. El primer clasificado se medirá a un cuarto, el segundo a un tercero y así sucesivamente. El vencedor de la primera eliminatoria se medirá a otro adversario en una ronda posterior y el ganador de ésta última logrará una plaza en la categoría de bronce.

Este sistema disminuirá de forma notable la cantidad económica derivada de desplazamientos, ya que los equipos afrontarán un mínimo de una salida y un máximo de dos, cuando hasta el año pasado estaban obligados a realizar tres.

Lo que parece reconfortante es que estas novedades arrastran un porcentaje más elevado de las probabilidades de éxito.