El español Rafael Nadal, segundo favorito, se impuso ayer al francés Florent Serra, 88 del mundo, por 6-0, 6-2 y 6-2, para avanzar a la segunda ronda del Abierto de Australia. El jugador español mostró una gran superioridad sobre el francés en el primer enfrentamiento entre ambos. Y solo concedió el primer juego del partido cuando ya llevaba ocho en su bolsillo.

En solo 94 minutos Nadal liquidó la contienda, con nueve saques directos, algo poco usual en él, y 39 golpes ganadores, y con una seguridad casi absoluta, ya que solo cometió cinco errores no forzados en todo el encuentro. El tricampeón de Roland Garros saltó a la Rod Laver Arena como un huracán, beneficiado por competir por la mañana, y endosó un 'rosco' al galo en un primer set cómodo. No tuvo que hacer grandes esfuerzos en las dos siguientes mangas para clasificarse para una tercera ronda en la que se enfrentará al también francés Gilles Simon, verdugo hoy de Rainer Schuettler.

En la próxima ronda no debería tener demasiados problemas ante Simon, 33 del ranking ATP, al que superó en el único enfrentamiento previo, en 2006 sobre la pista dura del torneo de Marsella.

Además, Guillermo García-López se medirá, en un duelo inédito, al francés Jo-Wilfried Tsonga, auténtica revelación de la cita.
Sin embargo, la peor noticia de la jornada fue la eliminación de Tommy Robredo, undécimo del mundo, ante el estadounidense Mardy Fish, frente al que sucumbió en tan sólo tres sets (6-1, 6-2 y 6-3) sin plantar demasiada batalla.

Feliciano López también se despide del Abierto de Australia en la segunda ronda al caer contra el octavo favorito, el francés Richard Gasquet, por un rotundo 6-2, 6-1 y 6-3. Con esta victoria, el tenista galo, su «bestia negra» particular, consigue su cuarta victoria en la lidia personal, en la que Feliciano no ha podido nunca salir airoso. El jugador de Beziers ha sido su verdugo en otras ocasiones como Marsella, en 2003, Cincinnati, en 2005 y Gstaad un año más tarde, si bien en todos estos partidos el resultado fue muy igualado. Esta vez, en Melbourne, su saque, arma vital para engarzar luego el resto de su juego, naufragó con seis roturas. En una hora y 29 minutos, Gasquet, que el pasado año fue eliminado por Tommy Robredo, ha liquidado una contienda desigual que le coloca en tercera ronda, a un paso de su mejor actuación aquí.