Una inauguración histórica

Sant Jordi cuenta con clubes de baloncesto, judo y karate, entre otros. Todos ellos se han visto obligados durante años a entrenar y jugar fuera de su localidad porque no había instalaciones. Quizá el caso del Ses Salines de baloncesto sea el más llamativo. El club cuenta ya con 23 años de historia y en los últimos 13 años a organizado con gran éxito el Memorial David Booth, al que acuden los equipos inferiores de clubes de primer orden, como Barcelona y Real Madrid. Esas trece ediciones del memorial se han disputado en pabellones y pistas de Eivissa, por falta de instalaciones en su pueblo.

Así que ayer, después del gesto se dio inicio a una inauguración que abre paso a nueva era en el deporte de la localidad.
Una vez los políticos hubieron visitado los vestuarios del pabellón llegaron a la pista, la más grande de las Pitiüses donde les recibió una colla de baile pagès.

Luego llegó el turno de los discursos en los que, tanto el alcalde, Josep Marí Ribas, como el presidente del Consell, Xico Tarrés, y el presidente del Govern, Francesc Antich, elogiaron el esfuerzo del tejido deportivo del pueblo para fomentar el deporte sin las adecuadas instalaciones.

El pabellón se asienta sobre un solar de 3.855 m2 de los que se han construido 2.052 m2. Tiene capacidad para 468 espectadores sentados y está preparado para la práctica del baloncesto, balonmano, voleibol, badminton, fútbol sala, gimnasia rítmica, judo y karate.

Dispone de 6 vestuarios colectivos y 2 para monitores, además de enfermería, bar, almacenes y un ascensor para el acceso de minusválidos a las gradas. Las obras se han pagado a través del Plan de Desestacionalización por un montante de 2.338.000 euros, adjudicada a Ferrovial-Agroman. Además se han invertido 286.000 euros en equipamiento deportivo.

La pista es de goma, como la de Blanca Dona y todas las canchas que se han pintado sobre ella son totalmente reglamentarias.