Reuters

Inglaterra se negó a jugar en Madrid un posible encuentro amistoso contra España en febrero próximo debido a los cánticos racistas que sufrieron algunos de sus futbolistas en dicho recinto en la última visita del equipo, hace cuatro años. La Federación Española fue multada con 88.340 dólares después de que los jugadores Shaun Wright-Phillips, Ashley Cole, Rio Ferdinand, Jermain Defoe y Jermaine Jenas fueran víctimas de insultos racistas en el estadio del Real Madrid.

El director de comunicación de la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), Adrian Bevington, dijo ayer a la emisora de radio talkSPORT que el amistoso con el campeón europeo había sido propuesto por el seleccionador Fabio Capello, «pero aún se tiene que confirmar un escenario y firmar el contrato. Desde un principio, la FA, con Fabio, tenía claro que no se jugaría el partido en Madrid debido a los incidentes racistas que padecimos la última vez».

Horas más tarde, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) recogió el guante. «No se ha firmado nada con la Federación Inglesa (...) y en caso de materializarse el acuerdo, el partido se disputaría donde la Federación Española estimase oportuno», dijo el portavoz Jorge Carretero.