Los dos nuevos jugadores de la Peña, ayer, durante su presentación. Foto: MARCO TORRES

R. J. Palomo

La Peña Deportiva ha sufrido un lavado de imagen muy significativo desde que comenzara la pretemporada del primer equipo allá por los últimos días de julio del pasado año. La nueva junta gestora, recién formada, tuvo que quebrarse la cabeza y acelerar las contrataciones para garantizar una plantilla que luchase por la permanencia en Segunda División B. Uno de los últimos en incorporarse a ese proyecto fue su técnico, Luis Elcacho.

El ilerdense tuvo un inicio de temporada muy esperanzador, pero pronto los resultados dejaron de acompañar al ex del Eivissa. Casi desde el comienzo del campeonato, el entrenador de la Peña dejó claro que no iba a contar con varios futbolistas, por lo que la amplitud del vestuario quedaba sensiblemente recortada. Uno de los primeros sacrificados fue Emilio Cruz, un futbolista de la casa y muy querido por la afición. Al mismo tiempo, Elcacho perdía la confianza en uno de los delanteros que había llegado a la isla avalado por él como era el catalán Roger Segalés. La vanguardia peñista se reducía únicamente a dos efectivos: Adrián Ramos y David Gallo.

Hacia el mes de noviembre, el técnico mantuvo una reunión con otro de los abanderados de la Villa del Río, Alberto Salazar, para comunicarle que no estaba al nivel de sus compañeros y que no contaría con él. De forma paralela a estas decisiones, el equipo caía a los puestos de descenso, lugar de donde aún no ha sido capaz de salir.

Ya en diciembre, los dos siguientes en recibir la negativa del técnico a su continuidad fueron Rafael Rivas y Nacho Jara, quien perderá hoy su ficha con el primer equipo.

Además, hay varios casos que no terminan de tener explicación dentro del vestuario. El primero es el del medio centro Borja Cortés. El ilicitano apenas cuenta para Elcacho, a pesar de ser uno de los miembros de la plantilla que más veces ha sido convocado. El otro caso es el del ibicenco Raúl Gómez, que ha dejado de contar con la confianza de su entrenador y no ha ido citado en los últimos encuentros.

Para completar la plantilla, el primero en llegar fue José Miguel Ruiz, procedente del juvenil del Valencia. Una vez abierto el mercado de fichajes, el club incorporó a Pociello, Gavilán y Guirado. Con ellos, el equipo sólo ha sacado tres de los últimos 12 puntos en juego.

Derek y Carril

Los últimos en llegar han sido el delantero gallego Jonathan Carril (24 años) y el central francés Derek Decamps (23). Ambos futbolistas, que vienen de Segunda B, fueron presentados ayer en las oficinas del club en el Municipal de Santa Eulària y entrarán hoy en la convocatoria de Luis Elcacho para el partido de mañana ante el Badalona.

Derek, que procede del Lorca, asegura no conocer demasiado el grupo III en el que juega la Peña, pero confía en lograr la permanencia a través del trabajo sobre el terreno de juego: «La situación es complicada, pero es un proyecto muy interesante y vamos a darlo todo para sacarlo adelante». Como jugador se define «trabajador» y subraya que quiere «ayudar al máximo al equipo» y que le gustaría «jugar muchos partidos».

Jonathan Carril, ex del Villa Santa Brígida, asegura que sus características son «jugar de espaldas a la portería, ayudar a los compañeros en el juego aéreo y buscar zonas de remate en el área». Carril sí conoce esta liga y apunta que «vengo con la ilusión de apurar las opciones para sacar al equipo de ahí abajo».