El Gasifred Ciutat d'Eivissa regresa a su pabellón, sa Blancadona, para defender su estatus en la categoría y pugnar por el liderato que aún ostenta el Corbera con un solo punto de diferencia y un partido más que los azulinos. Ése encuentro aplazado pasa por ser la clave del campeonato, siempre y cuando no haya contratiempos inesperados.

Hoy no debería darse esa circunstancia, pero el rival no invita ni mucho menos al optimismo. El Sant Vicentí ocupa el octavo puesto después de dos meses intratables en los que no conoce la derrota (jornada 17, 1-6 ante el Canet). En el partido de la primera vuelta ya puso contra las cuerdas al equipo ibicenco, con el que acabó 3-3, pero quien realmente se juega la vida en este encuentro es el bloque de José Luis Pérez Escrich.

«Los partidos de casa hay que ganarlos todos y luego puntuar siempre fuera. Perder sería un problema porque este partido es una final», reconoce el entrenador valenciano. Sobre el Sant Vicentí, equipo al que supera en la tabla por ocho puntos, asegura que «están en un buen momentos. Con los grandes hacen buenos resultados y juegan de una forma un poco peculiar, con el portero muy adelantado. Nosotros tenemos que utilizar nuestras armas y ganar sea como sea». Escrich enfatiza que «nos da igual quien venga, aquí hay que amarrar los partidos».

El técnico podrá contar por primera vez desde que dirige al plantel azulino con todos sus jugadores. Los 12 miembros de la plantilla están en perfectas condiciones, por lo que el Gasifred ya tiene un punto muy importante a su favor. «Es un alivio. Cuando juegas en casa y llevas una buena linea las sensaciones son positivas. Estamos con ganas y hay que hacer bueno el empate ante Corbera», subraya Escrich.