Fin al lamento, llega el Celta Indepo

Las ibicencas, que regresaron en la noche de ayer a Eivissa, a punto estuvieron de dar la sorpresa en la primera gran final de la temporada y demostraron que, a pesar del recorte del presupuesto y de la marcha de dos jugadoras franquicia como Silvia Morales y Sancho Lyttle hay equipo para luchar en todas las competiciones que debe afrontar.

En la mañana de ayer las pupilas de Jenaro Díaz visualizaron el encuentro ante el campeón valenciano para hacer un pequeño análisis y, a continuación, comenzó el scouting del Celta Indepo. El cuerpo técnico quiso 'destripar' la pretemporada del bloque de Vigo a través de vídeos de sus partidos amistosos.

Por la tarde las jugadoras del PDV realizaron una sesión regenerativa con piscina y masaje en el mismo hotel en el que se han alojado en la capital del Turia. La expedición aterrizó en la isla pasadas las 21,30 horas y esta misma tarde tiene prevista una nueva sesión de entrenamientos de cara al primer partido de liga. Mañana por la mañana llevará a cabo el último ensayo, esta vez enfocado en el tiro, para recibir horas después a su primer oponente liguero.

Buenas sensaciones

La primera gran final de la campaña ante una de las mejores plantillas de Europa, la del Ros Casares, ha dejado un buen sabor de boca en el seno ibicenco, si bien la sensación es que las valencianas han vuelto a escaparse vivas haciendo bueno el dicho de el pez grande siempre se come al chico.

El choque copero dejó dos sensaciones contradictorias en el plantel de Jenaro Díaz. La primera es que el trío norteamericano formado por Shannon Johnson como play maker, Amanda Jackson desde el perímetro y Lori Nero en la pintura son capaces de superar los 40 puntos por partido, secundadas en esta faceta anotadora por jugadoras como la francesa Krissy Bade o la veterana Alicia López. Por otro lado, la baja de la pívot Sandra Pirsic repercute negativamente en el rebote ofensivo y, en general, en el juego interior. El Ros Casares capturó en la final 9 balones más que el PDV en ataque, por eso Jenaro Díaz está tratando de buscar soluciones inmediatas para frenar este déficit.

Un Celta rejuvenecido

El bloque pontevedrés ha apostado esta temporada por la juventud y sólo contará con tres jugadoras extra comunitarias. Las últimas en llegar han sido la lituana Egle Stakneviciene (ala-pívot, 1,90 metros) y la ucraniana Olga Maznichenko (1,86 metros, ala-pívot), ésta última de 18 años de edad.

El técnico Miguel Méndez también contará esta temporada con dos jóvenes valores nacionales como son la alero valenciana María Pina, de 22 años, y la base mallorquina Marina Delgado, de 17. Otras como la base Noemí Jordana (29) y la escolta Sara Gómez (22) han regresado al club que les vio crecer para reforzar una plantilla en la que continúa la veterana Pilar Valero, la joven alero bosnia Dragana Svitlica o la pívot croata Iva Sliskovic.