Jordi Fernández ha sido uno de los entrenadores del Campus Juega que ha tenido lugar esta semana en Sant Antoni.

Jordi Fernández Sánchez (Barcelona, 13 de julio de 1954) está convencido de que el Palacio de Congresos de Ibiza «no va a pasar apuros para mantener esta temporada la categoría». El técnico catalán, que este año dirigirá al Ciudad Ros Casares después de haber sido, hasta el último momento, una de las principales opciones en el banquillo ibicenco, tiene razones de sobra para creer en las posibilidades de su ex equipo: «Me gusta mucho el proyecto que está haciendo el PDV. Primero, porque considero que Miguel Àngel Ortega es el técnico ideal para este conjunto. Es un entrenador excelente y seguro que sacará un gran rendimiento a la plantilla. Además, la gente que está fichando son jugadoras con muchas tablas, como Morales, Pirsic, Rasmussen y Thorburn. A la húngara Somogyi ya la recomendé cuando vine del Europeo de Sopron y creo que va a ser la sensación del equipo».
Todavía falta por apuntalar la plantilla y Fernández cree que lo único que necesitaría el PDV son «unos 50.000 euros más. Sin embargo, la situación es la que hay y habrá muchos equipos en igual o peor coyuntura. Por eso no tengo dudas de que se salvará a finales de temporada y sin demasiados apuros».
La Liga Femenina, eso sí, va a ser más que nunca una lucha cerrada entre Ros Casares y Perfumerías Avenida, con el Rivas Ecópolis como tercer aspirante. «Sí, es cierto que esta temporada la liga es cosa de tres equipos. Sólo falta por saber el orden final. A partir de ahí, por presupuesto y plantillas, tiene que haber un salto muy importante con respecto a los otros clubes».
Esta temporada, Fernández tiene la responsabilidad de conseguir títulos con el Ros Casares. «Ya tuve esa presión el año pasado en el Perfumerías Avenida, donde había la exigencia de ganar cada semana. Creo que los números que conseguí en Avenida fueron muy buenos y en el Ros espero mejorarlos», afirmó el técnico, que también considera que la selección española, con Sancho Lyttle en sus filas, «tiene que dar un giro y estará entre los favoritos en el Mundial».
En cuanto al campus Juega, el entrenador reconoció que ha sido una experiencia «muy gratificante. Por tiempo y preparación ha sido algo más bien improvisado, pero tanto la asistencia, con 53 niños, como la opinión de los padres y de todo el mundo ha sido muy buena. Creo que en años venideros se puede lograr un campus importante».