Urit Kelly fue el máximo anotador del partido con 23 puntos. | Marco Torres

EIVISSA BÀSQUET 87
CTEIB 55

EIVISSA BÀSQUET (22+27+17+21): Vázquez (7), Pons (7), Lluís de la Osa (7), Kelly (23) y Díaz (14) -cinco inicial- A. de la Osa (5), Serra (3), Rosa (13), Guardiola (0), González (4), Tettamanti (4) y C. de la Osa (0).
CTEIB (13+11+16+15): Ruiz (10), Sánchez (4), Reda (16), Rotger (4) y Me (4) -cinco inicial- Vidal (10), Pérez (2), Adrover (0), Barceló (1), Riera (0), Meana (2) y Garcías (2).
Àrbitros: Costa y Ahamida. Sin eliminados por personales.
Incidencias: Pabellón de es Pratet. Unas 200 personas en partido correspondiente a la tercera jornada.

El Eivissa Bàsquet mandó ayer un mensaje alto y claro a sus rivales: esta temporada es el máximo aspirante y, sobre todo en casa, es prácticamente invencible. El conjunto que entrena Alberto Ruiz, que en la primera jornada sufrió más de la cuenta para doblegar a domicilio al Restaurante Can Torrat (67-69), no quiso dejar dudas en su estreno como local y arrolló por completo al CTEIB, equipo que sigue como colista del grupo y que ayer perdió por un contundente 87-55.
El Eivissa Bàsquet salió empeñado en sacar músculo desde el primer cuarto. El CTEIB es un equipo muy joven y con talento, pero ante jugadores de la experiencia y envergadura de Urit Kelly o Díaz tiene poco que hacer. El pívot bahamés, sobre todo, se mostró imparable en el juego interior. Sólo en los primeros diez minutos de partido había anotado 12 puntos y permitía que su equipo empezara a abrir hueco en el marcador (22-13). Pero no sólo destacaban los veteranos en el conjunto colegial. Alberto Ruiz hizo debutar en la competición a Joan Pons, un júnior de primer año que demostró que, en cuanto tenga algo de continuidad, podrá ser un jugador importante dentro del equipo. Pons salió en el cinco inicial, jugó algo más de 20 minutos y anotó 7 puntos.
En el segundo cuarto, las diferencias ya eran insalvables (46-24, minuto 19) y no hacían más que aumentar con el paso de los minutos. La máxima diferencia llegó a ser de 32 puntos (74-42, minuto 32), precisamente la ventaja con la que acabó el partido después de que Pons cerrara la cuenta con la canasta que ponía en el electrónico el definitivo 87-55. La próxima semana toca viajar a Pollensa para seguir exhibiendo su potencial.