Maxi Re trota durante el entrenamiento de este martes con la Peña. | Marco Torres

Después de sudiscreto paso por el fútbol ibicenco vistiendo los colores de la extinta UD Ibiza-Eivissa, el atacante argentino Maxi Re decidió el pasado verano enrolarse en las filas de la Peña Deportiva tras una corta etapa en el Izarra navarro de Segunda División B. Re ha disputado en las primeras 18 jornadas un total de 680 minutos -es el jugador número 12 de la plantilla con un promedio de 37,7 minutos por partido- en los que ha anotado tres goles y ha visto otras tantas cartulinas amarillas.
Su irregularidad le ha puesto en el punto de mira del entorno peñista por un estilo de juego calificado por muchos de apático e indolente. Pero pocos son los que conocen la realidad de unfutbolista que todavía no ha podido jugar un solo encuentro en óptimas condiciones físicas.
Maxi explica, en las primeras declaraciones que concede a un medio en la isla, el por qué de su bajo rendimiento y reconoce que el fatídico partido contra el Poblense (0-2) le pudo costar su salida del club.
«A ese partido ya venía con molestias. El míster me preguntó cómo estaba y yo le engañé para poder jugar. Me salió mal la jugada y y tuve bajo rendimiento. Fue un partido para olvidar, pero hay que salir de esto. Es lo que tiene el fútbol, que en el partido siguiente puedes tener la revancha», reconoce el extremo zurdo, que recuerda las consecuencias que tuvo su actuación. «Tuve una mini reunión con la directiva y el cuerpo técnico. Me preguntaron sobre lo que me pasaba y se lo comenté. Cuando no estás bien y no eres feliz no puedes jugar bien. Mi deseo es volver cuanto antes y rendir bien. Ahora el club me apoya», asegura.
El extremo zurdo ha vuelto del parón navideño con la mente despejada y la ilusión de triunfar en el club de Santa Eulària. Considera que la semana que viene habrá superado su larga lesión en el isquiotibial de la pierna izquierda e incide sobre el mal que está generando en la plantilla el campo de fútbol de Santa Eulària. «No es una excusa, es una realidad. Casi todo el plantel está tocado; con el campo así hay muchas dificultades», apunta el futbolista, que está disputando su segunda temporada sobre esta superficie. «Me está pasando factura. No sé si es mi cuerpo o la adapatación, no lo sé. Pero no quiero buscar excusas, hay que salir de esta como sea», puntualiza.
Maxi avisa de que estando «al cien por cien se verá otra cara para la segunda vuelta». «Esta semana estoy trabajando bien con el fisio. Espero arrancar la próxima semana con el grupo y quiero revancha de esto. Psicológicamente estoy mal porque no están saliendo las cosas como quiero», indica el jugador argentino, que tiene sensaciones positivas respecto a 2011: «Hay que pensar en el domingo; es lindo jugar ese partido después de las fiestas y arrancar el año con una victoria». Por último, el ariete zurdo cree que el objetivo del equipo debe ser «ganar todos los fines de semana» para dar caza al cuarteto de cabeza. «Los de arriba no creo que aguenten a ese ritmo», concluye Maxi, que podría convertirse en el mejor regalo de Reyes para la Peña.