La Peña Deportiva no aguanta la presión de pelear por el play off de ascenso. No resiste ese pulso a pesar de las numerosas facilidades que le están ofreciendo los cuatro primeros clasificados para engancharse al 'tren' de la Liga. El equipo de Luis Rueda, atenazado por los nervios y absorbido por ese extraño runrún que susurra Santa Eulària, fue incapaz de superar al Ferriolense pese a adelantarse en el marcador a través de una pena máxima transformada por Edu Moral.
El tercer traspié consecutivo como local dejó un sabor amargo, desalentador. Sobretodo por la imagen que mostró el equipo en la segunda mitad, en la que sólo lanzó a puerta en una ocasión, con el tiempo cumplido. El Ferriolense, que se plantó en la Villa del Río con tres centrales, obtuvo como premio a esa 'ambición' un penalti que niveló la contienda.
La Peña fue incapaz de recoger el guante lanzado por el San Rafael y desperdició una ocasión de oro para situarse a cuatro puntos de la cuarta posición. La única lectura positiva que puede extraerse es que esa media inglesa invertida (empatar en casa y ganar fuera) aún le puede ser de utilidad al plantel de Luis Rueda.
La primera mitad, en honor a la verdad, fue para el conjunto peñista. Edu Moral aumentaba a 14 su registro goleador a través de un penalti cometido por Peset sobre Osky, quien había ganado la cartera a la nutrida zaga mallorquina (min. 8). La alegría duró poco pues el colegiado atisbó unas manos de Berto, involuntarias a todas luces, que sirvieron para que César estableciera el empate (min. 14).
Poco después, Manolo Aparicio tuvo que abandonar el campo por lesión y la entrada de David Yeste alteró el dibujo táctico de Rueda. El paso de los minutos no hacía sino aumentar el nerviosismo en un equipo que comenzaba a atascarse en la rígida y deshidratada moqueta de Santa Eulària.
Entonces apareció Osky entre líneas para aportar algo de fantasía. Edu Moral arrancó en posición correcta aprovechando la asistencia, y tras driblar a su último oponente, batió por bajo a Fran (min. 27). En medio de la celebración apareció el linier para desbaratar una acción que, a la postre, habría significado la victoria para la Peña Deportiva.
Pero el 2-1 también pudo llegar a la media hora de partido. Salinas, emulando a Di María el sábado ante el Levante, zigzagueó por el costado izquierdo del área, con cañito incluido, y se perfiló para rematar con la derecha, pero su disparo encontró los guantes del meta visitante (min. 30).
Pésimo segundo tiempo
Hasta ahí el encuentro. El resto fue un constante querer y no poder de la Peña. Las imprecisiones y la ansiedad le jugaron una mala pasada al cuadro ibicenco, que vio como el Ferriolense estiró sus líneas y a punto estuvo de darle una sorpresa a la contra. El tiempo jugaba en detrimento del favorito, que conseguía enlazar tres pases seguidos.
La segunda mitad fue tediosa. El equipo estaba roto; desordenado por la presión y la fatiga. Rueda pedía calma desde el banquillo, pero ni los más veteranos acertaban a reconducir el rumbo del partido. Ríos y Casañ, desbordados; Raúl Gómez y Osky, demasiado atropellados en sus acciones; y Berto, lento y, finalmente, expulsado. Otra batalla perdida... Aunque la guerra, continúa.
Fútbol - Tercera División
No puede con la presión
Santa Eulària20/02/11 0:00
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