Misión cumplida

Seis jornadas después, el Space Gasifred volvió a la senda de la victoria. El equipo azulino puso fin a su mala racha de resultados ante un rival directo como el Albacete, al que envía virtualmente a Primera Nacional A, para abandonar la zona de descenso tras la derrota del Fuconsa Jaén en Andorra. Los ibicencos vuelven a sonreír después de conseguir su objetivo, que no era otro que sumar los tres puntos. Eso sí, la sonrisa no apareció hasta el pitido final, porque el conjunto de Hugo Nava estuvo a punto de tirar por la borda un partido que podía haber sentenciado antes del minuto 30, el del caos total. La entrada del portero-jugador por parte de los manchegos generó un mar de dudas en el cuadro local, que tuvo que sufrir de lo lindo para mantener el tipo y embolsarse los tres puntos.
El partido comenzó de la manera más inesperada. El Albacete, en poco más de un minuto, se adelantó en el marcador gracias a un zambombazo de Esteban, en un saque de banda tocado que se coló entre medias de la minibarrera local. Cuando Juanan vio el balón, ya estaba dentro.
El Gasifred no se puso nervioso. Estiró sus líneas y presionó a tres cuartos para hacerse siempre con el balón y elaborar jugadas de peligro, que empezaron a producirse con asiduidad. Estaba claro que el equipo de Hugo Nava era superior y sólo era cuestión de tiempo que el balón entrara. Ernesto y Carrión fueron los primeros en poner a prueba la portería visitante.

Una marcha más
No fue hasta la entrada de Chano y Alves cuando el Gasi empató. El conjunto azulino ganó chispa, intensidad y velocidad, argumentos que brillaron en la obra de arte que supuso el 1-1. La triangulación entre los dos jugadores citados y Leo acabó con gol de este último a placer antes del ecuador.
Todavía quedaba mucho trabajo por hacer. El empate no servía y había que buscar el segundo. Dos minutos después, y tras una clara ocasión del albaceteño Javi, Alves empalmó en el aire un servicio de Chano para poner en ventaja a los suyos. Respiraban los de Hugo Nava.
Cuando parecía más cerca el tercero, una pérdida de Chano en la banda izquierda, que se estaba mostrando muy incisivo por ese costado, la aprovechó Chino para batir a un desubicado Juanan, que se quedó a media salida. Tocaba remar de nuevo a contracorriente, pero Leo forzó un penalti que Clayton transformó en el 3-2 con el que se llegó al descanso.
Tras el asueto, el Space Gasifred exhibió la pegada que había carecido antes para dejar el partido prácticamente sentenciado. Chano, con un disparo a la escuadra, y Ernesto, de tacón, pusieron el 5-2 en cuatro minutos. El equipo de Hugo Nava se estaba comiendo al Albacete. Empezó a tener ocasiones clarísimas, de ésas que parecen imposible fallarse, pero, de nuevo, apareció el desacierto y eso le condenó a un final de infarto. Y es que, en el ecuador, el técnico visitante, Domingo Cuartero, apostó por Isaac para jugar de cinco. La jugada le salió redonda: en un minuto, dos goles. Al Gasi le tocaba sufrir.

Clayton, salvador
Menos mal que Iván salvó alguna que otra ocasión clara, como la de los minutos 32 y 35, y que Clayton apareció en un córner botado por Leo y continuado por Ernesto para poner más tierra de por medio, porque el Gasifred estaba totalmente desdibujado. El tanto del brasileño dio algo de alas al cuadro azulino, que tiró de casta para defender el marcador y cumplir su misión, que era lo importante.

Nava: «Tenemos que aprender de esto»
Hugo Nava, entrenador del Space Gasifred, lamentó la falta de pegada de los suyos. «Nos ha faltado rematar. Hemos tenido cinco, seis o siete buenas ocasiones, pero nos hemos precipitado muchísimo. Tuvimos oportunidades con compañeros solos para empujar el balón y no hemos esperado. Tenemos que aprender de esto, a matar un poquitín más los partidos, porque, si hubiéramos marcado algún gol más, se habría acabado el partido y podríamos haber rotado y jugado otro, explicó el técnico, que criticó la actitud de su equipo cuando el Albacete dio entrada a portero-jugador: «En el ataque de cinco, nos meten dos goles seguidos por estar un poquito empanados, entre comillas». «Luego, estuvimos un poquito más serios y aguantamos bien», agregó. El míster se alegró por la consecución de los tres puntos, porque supone coger «un poquito de oxígeno ahora que vienen dos rivales complicadillos».