Sebas y Jefferson pelean por un balón.

Sebastián Moreno Muñoz, conocido deportivamente como Sebas, abandona el Gasifred Atlético. El ibicenco dice adiós por motivos estrictamente personales y deja atrás cuatro años de diferentes sensaciones, en los que destaca especialmente su gran contribución al ascenso a División de Plata, en el curso 2008-09, y el hecho de haber marcado en un 'play off' de ascenso a División de Honor en el ejercicio 2009-10.
El pívot tuvo problemas para desplazarse con los azulinos en la recta final del pasado campeonato y esta campaña iba a pasar por lo mismo, por lo que en la reunión mantenida en la noche del lunes con la directiva se acordó que lo mejor era emprender caminos distintos. Eso sí, dejando la puerta abierta a un posible regreso en el mercado invernal o próximas temporadas, siempre y cuando su situación laboral diera un giro.
Sebas, a sus 24 años, no quiere dejar el deporte. «Espero poder seguir jugando a fútbol sala o fútbol, pero tengo que mirarlo, ya que los sábados no puedo viajar», explicó el exjugador del Gasifred, que dejó claro que abandona sólo por motivos de trabajo: «Ya el año pasado, en los últimos partidos, no pude desplazarme. Conmigo no se han portado mal, sino muy bien. Es verdad que acabé un poco quemado la temporada pasada porque no jugaba, pero no lo dejo por eso».
El ibicenco piensa que se pudo haber hecho más el curso pasado: «El equipo daba para más, pero no nos salía nada. De cara a gol no estábamos afortunados, pero el equipo que teníamos era para haber logrado la permanencia». Sebas no sabe si las cosas mejorarán la temporada venidera en el 'Gasi': «No soy nadie para decirlo. El año pasado teníamos un buen equipo, pero no nos salió nada. Ahora entrenarán mañana y tarde, y de los fichajes sólo conozco a Joan».
Contraste
De su trayectoria en el Gasifred, al que llegó en el ejercicio 2007-08, se queda con «el ascenso a Plata y el hecho de haber jugado en esta categoría». Por contra, se le ha quedado la espina de «no haber jugado mucho la última campaña». Quién sabe si, en el futuro, podrá sacársela en un posible regreso al Gasifred. Él, desde luego, recordó que «las puertas están abiertas». Que el tiempo hable.