Solanas bloquea un remate de Miralles en el pasado encuentro entre el Pacha Ibiza y el Almoradí. | Marco Torres

Contra pronóstico, la primera victoria del Pacha Ibiza Voley en Superliga 2 se produjo ante uno de los grandes de la categoría, un CV Almoradí que, capitaneado y dirigido por Pedro Miralles, posee el mismo registro de sets que los ibicencos y se encuentra en la cuarta plaza con un punto menos que los de Gino, segundos en la tabla.
Aquel encuentro, correspondiente a la segunda jornada liguera, se alargó más allá de las dos horas hasta que el bloque ibicenco cerró el ajustado triunfo por 3-2 ante una afición entregada a sus jugadores (25-20, 25-21, 22-25, 15-25 y 15-12).
Esta tarde (17,00 horas), la plaza alicantina se antoja mucho más difícil de torear para los de es Viver, ante una escuadra que siempre ha puntuado (no conoce la derrota por 3-1 ó 3-0) y que guarda a sus vitrinas un subcampeonato de la Copa Príncipe, la pasada temporada, y un título en 2009.
«Es un equipo muy complicado; para mi, uno de los rivales con papeletas claras de luchar por el título. De los equipos que he visto es de los más completos porque utiliza todos los frentes», destaca Toni Gino.
El bloqueador Francisco Fernández y el central Fernando Agudo son otros de los jugadores a tener en cuenta para el conjunto amarillo. Para ello, la premisa del técnico es mantener la regularidad en el juego y no perder la concentración. «Aquí costó ganarlos y no será un partido fácil, y menos lejos de casa. Esperemos que sea suficiente [para ganar] con lo que venimos rindiendo y trabajando. El equipo es competitivo, pero siempre las salidas son un poco complejas», apunta Gino.
Por lo que respecta a la plantilla, Edmond Solanas se encuentra en condiciones de ayudar al equipo, aunque «sigue con molestias», tal y como apunta el preparador, que también tiene entre algodones a Pau Llach por problemas de espalda.
El equipo viaja con la moral alta tras arrollar al CV Andorra y al Emevé Laboratorios Nupel. Sin embargo, hoy deberá afrontar un difícil desplazamiento a Almoradí desde las 11, por medio de barco y autobús, que apenas le dejará tiempo para calentar.