Silvia Morales protege el balón durante el partido del pasado sábado contra el Ros Casares. | Marco Torres

Hay partidos que tienen más valor que otros. No matemáticamente, porque cada partido repate los mismos puntos, pero sí anímicamente y a nivel de objetivos particulares. Que el Palacio de Congresos perdiera contra el Ros Casares por una diferencia abismal (42-88) no significa absolutamente nada, pero sí tendrá una importante repercusión deportiva el resultado que obtenga hoy, en la cancha del Cadí La Seu.
Las de Santa Eulària son últimas en la tabla clasificatoria, con dos triunfos y 14 derrotas. Dos partidos separa al conjunto de Miguel Ángel Ortega de la zona de salvación, una cifra salvable si se hace fuerte en casa o incluso pesca algún buen resultado a domicilio. Y eso sólo puede suceder ante rivales de media tabla hacia abajo, como el ilerdense. Las discípulas de Andreu Bou están instaladas en la octava plaza, con ocho victorias y ocho derrotas, y llevan dos reveses consecutivos.
El PDV sueña con dar la sorpresa apelando a su fe, ésa que recuperó cuando venció al Celta hace dos semanas. Sabedor de que no tenía nada que hacer en el duelo contra el Ros Casares, se lo tomó «como un entrenamiento para el partido ante el Cadí La Seu», tal y como confesó entonces el míster.
Ross, la mejor
Ahora, llega la hora de la verdad ante un conjunto muy físico, en el que destaca la estadounidense Adrianne Nicole Ross, quinta máxima anotadora de la liga con un total de 257 puntos, con unos promedios de 16,1 en anotación, 4,5 rebotes y 14,1 de valoración. En el cuadro catalán milita una exjugadora del PDV: Margaret de Ciman. Empezó el curso 2008-09 en Santa Eulària y lo terminó en el Tanit.

Ortega: «Es un partido que podemos ganar»
«Tengo buenas sensaciones. Es un partido que podemos sacar adelante», dijo ayer Miguel Ángel Ortega ayer. El técnico del Palacio cree que «la dificultad está en su poderío físico» y considera clave que «las tres o cuatro jugadoras importantes» que tiene «estén bien a la vez».