Julio Mougán, entrenador del Space Gasifred, confía en la salvación del equipo. El técnico azulino cree que «hay solución» y recuerda que buena parte de las posibilidades de permanecer en Segunda División pasan por el encuentro de la próxima semana contra el Melilla -este sábado no hay jornada con motivo de la celebración de la Copa de España, en Logroño-. «La llave son esos tres puntos», indicó el míster, que ha visto algo trastocados sus planes tras las dos últimas derrotas contra el Granada y el Manzanares, contra los que soñaba con rascar algún punto.

-Cero puntos de los seis últimos. Justo lo que usted no quería.
-Sobre el papel, en la situación en la que nos vemos inmersos y con la plantilla que tenemos, cuando hicimos cuentas sabíamos que las posibilidades de ganar esos dos partidos eran mínimas. A la postre se demostró que no era cierto, sobre todo contra el Granada, pero lo peor de esa derrota es que nos dejó tocados. Perder a falta de siete segundos nos pasó factura después contra el Manzanares, contra el que no hicimos un buen partido.

-Fin de semana de descanso con motivo de la Copa de España. ¿Hora de reflexionar?
-Lo usaremos para intentar borrar episodios anteriores, porque de nada vale lamentarse. Hay que borrar el mal juego de la última jornada, en la que se vio a un Gasifred desconocido, quizá el peor de la temporada. También debemos aprovechar el parón para recuperar algún jugador física y mentalmente. Luego, tendremos que focalizar nuestros esfuerzos en el partido más importante de la campaña contra el Melilla. No hay que ir más allá. Tenemos dos semanas para preparar la cita más importante.

-En ese duelo sí que ya no se puede fallar.
-Hay que ser conscientes de que si no somos capaces de vencer al Melilla por la causa que sea, ya no podemos seguir buscando excusas. Este equipo no merecería seguir en Segunda División a nivel deportivo. Se van a medir el último y el penúltimo, rivales directos. De ganar, le pasaríamos en la clasificación. Además, debemos intentar ganarles el ‘goal average'.

-Dos victorias seguidas sacarían al equipo del pozo. ¿Confían en ello?
-Al estar todo tan igualado, seis puntos te hacen salir de la zona peligrosa momentáneamente, si estás en ella, o engancharse al ‘play off', si estás más desahogado. Jugamos dos partidos en casa seguidos. Después vendrá el Barça B. Sin embargo, no podemos ver más allá del partido siguiente. La llave son los tres puntos del Melilla y, luego, buscaremos la segunda victoria consecutiva.

-¿Con los cambios ve al equipo mejor o peor, independientemente de los resultados?
-Hay que ser realista. El equipo ha bajado en calidad con la marcha de Dani, Alves y Dantas. Al final, lo que te da el plus es el día a día. Hay que ser realista y hemos bajado mucho en ese trabajo. Tanto Toni Rosselló como Tote están aportando lo que pueden en buena medida. Son chicos que están teniendo su primera experiencia en alta competición con nosotros. Necesitan un periodo de adaptación para adquirir un rol más importante en el equipo que ahora no tienen.

-¿Cómo está el vestuario?
-Pasó una semana muy mala tras la derrota en Granada. El lunes y el miércoles viví las peores sesiones de entrenamiento desde que estoy en Eivissa. A partir del jueves intentamos cambiar la dinámica en el aspecto motivacional y lo conseguimos, pero no sé por qué el equipo no rindió a nivel táctico como esperábamos contra el Manzanares.

-¿Esto tiene solución?
-Naturalmente que sí. La competición y nuestro trabajo así lo corrobora. La competición, por la igualdad, y nuestro trabajo, porque tengo mucha confianza en este grupo. No es que la tenga, es que me lo ha demostrado. Hemos competido en todos los partidos y lo seguiremos haciendo. Tenemos limitaciones, acompañadas de lesiones que rebajan un poco las probabilidades de victoria, pero el patrón de este barco, a nivel deportivo, soy yo y tengo mucha confianza. Todo el mundo piensa que nos vamos a salvar. La llave son los tres puntos y, a partir de ahí, cambiar toda la dinámica.