Matías Fernández se lamenta por los fallos defensivos en uno de los goles del Llosetense.

Iniciar una segunda vuelta de campeonato con dos únicos centrales en la plantilla puede acabar pasando factura. Hasta ahora, la Peña Deportiva había conseguido lidiar con esta situación gracias a salud de hierro de Berto Suárez y de Rubén Martínez y a su pulcritud sobre los terrenos de juego. Pero el día en que ambos causaran baja podía llegar y, ese día, llegó. A eso había que sumarle la baja de Fofi, uno de los mejores laterales de la categoría.
Matías Fernández se vio obligado a improvisar ante un rival directo como el Llosetense en una zona de alto riesgo, en la base de la columna vertebral de todo equipo. El lateral Manolo Aparicio y el mediocentro Borja Pando fueron los elegidos para la complicada misión, agravada ante la visita del 'pichichi' Isma Vilaboa y de un equipo que hace goles hasta durmiendo. Con estos argumentos, parecía inevitable un desenlace como el que se produjo en Santa Eulària.
Sobre el papel, la Peña Deportiva llegaba en un momento dulce de buen juego; no tanto de resultados. Su rival, un tanto descolgado en las últimas semanas tras un arranque liguero espectacular en el que encadenó seis victorias consecutivas. Apenas comenzó el choque, entró en escena el mediapunta Kaké; sin duda, el futbolista con mejor calidad individual de cuantos han pisado este año el césped del Municipal. El murciano le robó la cartera a Caio en el borde del área, provocando una falta peligrosísima sobre el marco de Mingo. Raúl Gómez no se lo pensó y enganchó un latigazo a lo CR7 que superó la débil barrera visitante (min. 3).
Las sensaciones, a pesar del gol, eran contradictorias. La Peña quería asumir el control del balón, pero desde atrás no se percibía la misma seguridad que en otras ocasiones. Las líneas de pase, la basculación del equipo, el repliegue... Nada era igual. Quizá por ello el Llosetense se creció y encontró con facilidad los huecos.
Así llegó el empate. Una indecisión en defensa y un pésimo despeje a la frontal del área de Piru permitieron que el balón llegara franco a Juanpe, quien solo tuvo que empujarlo lejos del alcance de Carlos Moro para establecer la igualada (min. 11).
El guión se mantuvo durante los siguientes minutos, en los que el propio Juanpe pudo anotar el segundo tras coger la espalda de la zaga y regatear a Moro. Sin apenas ángulo, el remate salió desviado. Sin embargo, un minuto después el delantero de Lloseta encontró premio a su insistencia. De nuevo aprovechó la caraja local para controlar el balón dentro del área y, libre de marca, batir de tiro cruzado al meta asturiano (min. 27).
El equipo mallorquín había conseguido lo más difícil en apenas 25 minutos y debió pensar que la suerte estaba de su parte porque, a partir de entonces, se olvidó de atacar. Kaké asumió la responsabilidad y, durante los dos minutos posteriores al 1-2 gozó de sendas ocasiones para marcar. En la primera ganó la espalda de la defensa, pero no consiguió definir con éxito. Un minuto después, enganchó un zurdazo desde la frontal del área que encontró la manopla salvadora de Mingo.

Monólogo estéril
La Peña trataba de acceder a las vías habituales por las que arrincona a sus rivales, pero no encontraba el modo. Faltaban hombres importantes como el extremo Osky para dar una mayor verticalidad al equipo. Tampoco José Fernández y Cristian Cruz tuvieron la frescura de otras tarde, impregnados de la impersonalidad que desprendió ayer el equipo. Casañ y Vaquero tampoco estuvieron a la altura y Edu Moral volvió a morder el polvo en su particular duelo con los centrales rivales.
Aún así, el equipo tiró de casta tras el descanso y cercó la portería de Mingo desde el mismo inicio, cuando Edu controló un balón en el área y remató en franquicia, pero su disparo encontró las piernas de un defensor.
Desde el banquillo, Matías trató de buscar las mejores opciones de ataque, con escaso éxito. Incomprensible fue mandar a la banda a Kaké dando entrada en la mediapunta al intermitente Joseto. El técnico optó, asimismo, por dejar una defensa de tres ante la nula actividad ofensiva del Llosetense.
Con más pasión que criterio y escasa fluidez, continuó el dominio local. Edu protagonizó las dos siguientes acciones, primero con una arrancada del ariete que finalizó con una buena intervención de Mingo y, después, con una maniobra en el área y un remate que salió flojo y centrado (58'). La falta de acierto se traducía en desesperación ante un adversario empleado en destruir juego y contener el marcador.
Los minutos se perdían entre acciones a balón parado y centros en largo buscando la corpulencia de Óscar Pozo. La aparición entre líneas de Pepe Bernal dio nuevos aires al equipo aunque quizás ingresó en el partido demasiado tarde. Al final, Kaké y Edu dispusieron de buenas ocasiones que se desvanecieron entre la marea de piernas rivales. La Peña suspendió en casa y deberá aprobar con nota sus tres próximos desplazamientos para seguir con opciones.

«Ha faltado acierto, como siempre»
Matías Fernández reconoció que la derrota se debió a «dos errores y a la falta de acierto, como siempre». Para el técnico local, al equipo «le hacen falta muchas ocasiones para meter gol y si encima las regalas... Ese es el resumen del partido». En cuanto a su análisis del mismo, considera que la Peña no estuvo bien en la primera mitad, pero «mejoró en la segunda». Aún así, se mostró crítico con los suyos: «Si estábamos presumiendo de nuestro rigor defensivo, hemos hecho dos pifias atrás que nos han costado el partido». En cuanto a la falta de centrales en la plantilla, indicó: «Las cosas salieron así; el fichaje que iba a venir no vino y hubo una baja que no esperábamos, pero no nos vamos a lamentar». «No hemos sido capaces de meter nosotros más», agregó Matías, incidiendo en la falta de acierto de sus futbolistas de ataque. Por último, se refirió a las tres próximas salidas del equipo: «El play off se consigue por la suma de puntos y hay que hacerlos con todos. Pensaba que hoy podíamos seguir con la racha buena, pero tendrá que ser en el siguiente».

Pando: «Los goles han sido un cúmulo de errores»
Para Borja Pando aún hay tiempo de reacción: «Ellos solo han tenido esas dos y las han metido. Nos ha faltado no cometer esos errores y tener acierto de cara a gol. Los goles han sido un cúmulo de errores en la misma jugada. Hemos intentado mantener nuestro estilo, arriesgando, pero no hemos tenido acierto».

Vaquero: «Dos fallos tontos nos cuestan el partido»
Vaquero se mostró disgustado por la derrota: «Con el gol nos hemos venido arriba pero dos fallos tontos nos cuestan el partido. Ellos en la segunda parte ni se han acercado, hemos tenido infinidad de ocasiones y no las hemos metido. El futbol es así, pero tenemos la ventaja de que nos queda un partido más que a ellos».