Winde remata de chilena desde la frontal del área en un instante del duelo de ayer. | Marco Torres

SANT JORDI: Ángel Ramírez; Jordi Torres, Youssouf, Ángel Moreno, Carlos Noguera; Alberto, Pierre; Chico (Samir, 67'), Iñaki, Angorrilla; y Béhar.
FORMENTERA: Marcos; Toni, Óscar, Damián, Adri; Diego, Armando; Rotoló (Gonzalo, 72'), Winde, Samuel (Facundo, 65'); y Baby.
Árbitro: Julián Córdoba. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Ángel Moreno, Alberto y Angorrilla, así como a los visitantes Winde y Adri.
zncidencias: Partido disputado en el Municipal de Sant Jordi ante 350 espectadores.

Empate a nada en Sant Jordi. El equipo local y el Formentera, los dos grandes aspirantes al título de Regional Preferente y a disputar, por consiguiente, la fase de ascenso a Tercera División, ofrecieron un pobre espectáculo y se tuvieron que conformar con el reparto de puntos, que beneficia al Portmany y aprieta aún más la cabeza.

Los porteros fueron dos espectadores más en la tarde de ayer, especialmente Marcos, que no tuvo que intervenir en absolutamente ningún remate entre los tres palos. Tampoco es que Ángel Ramírez tuviera mucho más trabajo, pero al menos metió una manopla en un centro chut de Toni a la media hora de juego para evitar el 0-1.

El cuadro de Miguel Ángel Ruiz dominó ligeramente la posesión de balón ante un Sant Jordi bien posicionado y que jugó de tú a tú a los de la pitiusa menor, pero sin poder ofensivo alguno. Tampoco lució el potencial atacante formenterense, que sólo rondó el gol en las botas de Baby. El andaluz estuvo a punto de marcar en dos lanzamientos de falta desde la frontal del área, pero el balón se marchó lamiendo el palo en ambas ocasiones.

Por arriba

El juego aéreo fue otra de las opciones que manejó el Formentera en el duelo de ayer. Hasta en tres saques de esquina estuvieron cerca de fructificar. Óscar, Adrián y Winde estuvieron a punto de perforar la portería con sus testarazos. Este último incluso lo hizo en el último minuto de la primera mitad, pero el árbitro anuló la acción y castigó con tarjeta amarilla al atacante visitante por haber usado la mano en vez de la cabeza.

El Sant Jordi sólo creó peligro en la recta final. Primero, una buena jugada individual de Pierre no la supo resolver Angorrilla, que perdió el balón ante el último defensor. Ya casi sobre el pitido final, en una acción a balón parado, los locales no acertaron en el remate pese a que la grada ya estaba cantando el gol. Fue el broche de un partido sin chispa y tenso, en el que no faltó la polémica. Una patada por detrás de Adri sobre Youssouf no fue castigada con tarjeta roja y, después, se produjo un ligero rifirrafe entre los jugadores. Afortunadamente, la sangre no llegó al río y los futbolistas se despidieron deportivamente de un duelo que no pasará a los anales de la historia.