Da Silva cae derribado sobre el césped en una acción del partido de ayer ante el Penya Ciutadella. | SERGE CASES

Si el fútbol fuera un banco, el Penya Ciutadella hace tiempo que sería su bono más rentable. Más por menos. El cuadro de Dani Mori suma y sigue en su año de estreno en la Tercera y ayer tumbó sin complejos al líder, una Peña Deportiva de Santa Eulària que llegó dispuesta a pasear el pedigrí y se encontró una ratonera en Son Marçal. La irrupción por sorpresa de Zurbano en la primera mitad y un testarazo espléndido de Raúl en la segunda parte apuntalaron el triunfo de los locales. Sólo el gol de Piquero a falta de diez minutos hizo inquietar a los menorquines en su afán de lograr la quinta victoria consecutiva en casa. Los últimos minutos resultaron de agonía, de Tercera División pura y dura. De fútbol enmarañado, picaresca y emoción. Todo valió para la derrota de la Peña Deportiva. Los tres puntos de ayer aupan al Penya Ciutadella de nuevo a zona de play off en una Tercera a la que ya ha tomado el pulso.

Y eso que en las primer parte el conjunto pitiuso asfixió en muchos momentos al cuadro de Son Marçal. Los de Mario Ormaechea encontraron en Da Silva un estilete y a los pocos minutos un testarazo del punta visitante puso el susto en el cuerpo al equipo de Mori. Un disparo desde el vértice de José Luis y un cabezazo de Piquero a las manos de Jesús Sastres hicieron al líder marcar terreno. En el lado opuesto, sólo Berto parecía quitarse el letargo y, sirviendo las faltas a diestro y siniestro, amenazó siempre las posiciones de la Peña Deportiva. Eso y algún que otro contrataque con Llonga de abanderado hicieron presagiar un futuro mejor para un Penya Ciutadella echado atrás y buscando las salidas rápidas, algo inhabitual en el esquema de Dani Mori cuando juega en casa.

Un par de acciones ofensivas de Aitor, que incluso anotó un gol fantasma anulado por falta a Jesús Sastre, situaron de nuevo a los locales con la soga al cuello. Pero, cuando peor pintaban las cosas, apareció Zurbano. El corpulento delantero, ex de la Peña Deportiva, puso la pierna para, en un balón dividido, pegar el esférico con rosca y mandarlo al fondo de las mallas de un impotente Seral. Con la buena noticia del tanto del delantero pamplonés, algo torpón y ausente del juego hasta el momento, se llegó al intermedio.

Reacción insuficiente

En la reanudación, el Penya Ciutadella amarró mejor el partido y, sobre todo, Barto sacó los galones en la zaga. Con la Peña Deportiva desactivada, llegó el segundo tanto en un espléndido testarazo de Raúl. A los visitantes se le multiplicaban los problemas con la lesión de Berto una vez cumplido el cupo de cambios. Pero el líder, con diez, se creció y aprovechó el tanto de Piquero para atemorizar al Penya en los últimos minutos. El cuadro de Santa Eulària se marchó arriba e intentó presionar, pero le resultó imposible abrir de nuevo la lata ante la conjunción de un Penya que sacó los dientes para defender la victoria y una numerosa afición que rugió en los últimos instantes como nunca para aupar al equipo de Mori hasta un sensacional triunfo.