Los BMW, como el de Sergi Morilla, dieron espectáculo con sus derrapes a pesar de la lluvia, que hizo muy complicado el pilotaje en una Pujada a la que asistió numeroso público con paraguas.

La lluvia fue una de las grandes protagonistas en la vigésimo octava edición de la Pujada a sa Cala de Sant Vicent, puntuable este año para el Campeonato de Balears de Rallys de Montaña y escenario, de nuevo, de una espectacular competición para motocicletas en la que se registró la principal sorpresa de la jornada.

El mallorquín Pedro Mayol (Silver Car S2) y el ibicenco Marcos Montes (KTM 950) fueron los grandes triunfadores de un evento que siguieron en directo entre 7.000 y 8.000 espectadores, según fuentes de la organización a cargo del Automóvil Club de Eivissa y Formentera.

La Pujada volvió a despertar la expectación del ferviente público local y no defraudó a los participantes, que tuvieron que lidiar con un asfalto mojado a intervalos que examinó la pericia del medio centenar de pilotos que aceptaron el reto. Las precipitaciones hicieron acto de presencia sobre la ascensión de 4 kilómetros en diferentes momentos de la mañana. Así, hubo participantes que rodaron en las dos mangas sobre mojado, y otros que condujeron sobre seco. De ahí que la prueba siguiera el guión establecido en unos casos, y que fuera una auténtica locura, en otros. Todo ello en beneficio del espectador, por supuesto.

Pedro Mayol impuso la lógica y se adjudicó el mejor tiempo en la segunda manga de carrera con 2:19.705. La barqueta del mallorquín ascendió a una media de 103,074 kilómetros por hora, un promedio totalmente inaccesible para el resto de concursantes.

En carrozados, hubo una preciosa pugna por el triunfo entre el piloto de la escudería Illes Balears Enrique Perelló y el ibicenco José Joaquín Fernández. Solo tres décimas separaron a ambos tras una segunda manga espectacular. Perelló se hizo con el segundo puesto de la general y el primero en el grupo N con su Mitsubishi Lance EVO V.

En la competición de motos tuvo mucho que ver la lluvia. Durante la segunda manga arreció el temporal. Incluso tuvo que detenerse la competición durante 10 minutos para que amainase el aguacero. De esta forma, los tiempos válidos para la general resultaron los de la primera manga, en la que sorprendió Marcos Montes y su KTM 950, anotando un tiempo en línea de meta de 2:42.998. Rubén Cervantes (Honda CFR) y Francisco José Tur (Yamaha R1) completaron el podio.

Sustos y salidas

No faltaron los sustos y las salidas a consecuencia de las adversidades metereológicas. El principal percance se lo llevó Javier Jiménez cuando su Triumph Speed se fue al suelo causándose un fuerte traumatismo en la mano por el que tuvo que ser atendido. En otros casos no hubo que lamentar daños personales. El BMW M3 de Sergi Morilla se fue a la cuneta y quedó pendiente del barranco tras dar un trompo en la última manga de entrenos. Ya en carrera, el car-cross de Antonio Escandell puso en apuros a un sector del público al salirse de la calzada. Por fortuna, había espacio suficiente tras el cordón de seguridad para evitar males mayores.

Valoración positiva

Para Manolo Adana, organizador de la prueba, la vigésimo octava edición fue un éxito, a pesar de la lluvia: «Quiero agradecer el apoyo del equipo humano, esas 150 personas, que hace posible la Pujada, a las instituciones y a los ayuntamientos de Sant Joan y de Eivissa. Estoy muy contento con la afluencia de público, que siempre responde a esta cita, y con que no hayamos tenido que lamentar ningún problema grave. Esperamos preparar pronto la 29ª edición».