Instante en el que Adrián Guirado cruza la línea de meta mientras detiene su cronómetro tras imponerse en la Pujada a la Catedral.

Existía un sentir general por parte de los aficionados y familiares congregados en la majestuosa plaza de la Catedral, el punto más alto de la fortaleza de Dalt Vila, antes de que se diera el pistoletazo de salida a la trigésimo tercera edición de la tradicional Pujada. Pocos dudaban del papel de favorito de Adrián Guirado (Eliocroca) para alzarse con la victoria en la mítica prueba popular que pone fin al año en curso.

El mediofondista ibicenco no defraudó y puso el broche a un año brillante en el que ha liderado con autoridad carreras como el cross de ses Variades, la Toni Costa Balanzat, la Mini Marató de Sant Bartomeu, la Cursa Eivissa Patrimoni, la Cursa de la Constitució de Formentera o la de sa Sobrassada.

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