Borja Pando, jugador de la Peña, salta a por un balón en un lance del derbi disputado ayer en Santa Eulària.

PEÑA DEPORTIVA: 1

FORMENTERA: 0

Un gol en propia puerta del visitante Armando a 20 minutos para el final desniveló el derbi pitiuso disputado ayer entre la Peña Deportiva y el Formentera, que deja a los de Mario Ormaechea en el selecto grupo de equipo invictos y como el único imbatido de la categoría (1-0).

El conjunto de Santa Eulària se cobró su particular venganza –hace exactamente un año se impusieron los de Luis Elcacho por 1-3– en un encuentro táctico que no dejó lugar a la improvisación. El derbi careció de magia, incluso de la tensión habitual en este tipo de enfrentamientos, resultando anodino y carente de calidad. Pero fue tremendamente efectivo para los intereses de la Peña.

Mario Ormaechea le ganó la batalla táctica a Luis Elcacho sorprendiendo a su rival con una línea medular completamente novedosa. Para evitar la superioridad muscular de su adversario, el barcelonés apostó por una especie de trivote con Newman y José Luis en el eje y Pando de enganche. Salinas, sacrificado a la banda, Ramiro y Paolo completaron el trío atacante. El invento no buscaba grandes artificios técnicos, sino obstaculizar la creación de los rojillos y anular a la temible dupla atacante formada por Carlos López y Diego Piquero –que regresaba al templo en el que se proclamó ‘pichichi’ y campeón hace pocos meses. La apuesta con base científica de Ormaechea inhabilitó por completo a su rival.