Los griegos Tsaousidou y Papadopoulos y los suizos Cuanillon y Kolb, en acción.

La segunda jornada del Mundial Open y Mixto de la clase Tornado, que se celebró ayer en Santa Eulària, estuvo marcada, una vez más, por las duras condiciones de viento, con una espera en tierra de una hora. Ya en el campo de regatas, ese viento del Oeste (W-275º), con un intensidad que llegaba a los 20 nudos, hacía estragos a la primera de cambio. Unos que han sufrido ese adversidad han sido los hasta ahora líderes Nikolaos Mauros y Alexandros Tagaropoulos, quienes, tras completar la primera ceñida, pincharon, sufriendo un vuelco espectacular. Después de un buen rato, pusieron en su sitio el barco, pero una rotura de la pala de timón de estribor (derecha) y otros daños materiales hicieron que se fuesen para casa antes de tiempo.

No han sido los únicos. Hasta siete barcos se retiraron hacia la playa para reparar distintas averías. Con todo ello, los griegos y vigentes campeones del mundo Iordanis Paschalidis y Konstantinos Trigonis han sacado tajada. Ellos han sabido explotar al máximo todas esas circunstancias, añadiendo su calidad y nivel, para sumar su segundo triunfo parcial en Santa Eulària. La segunda plaza fue para los australianos Brett Burvill y Faris Aznan, seguidos de Roland Gaebler y Nahid Gaebler. El resto de la flota llegó al límite de un role importante de viento en la misma línea de llegada de 70º.

Ese cambio de dirección del viento obligó al Comité de Regatas a izar aplazamiento para reposicionar todo el campo de regatas sobre un nuevo eje, pasando del 275º en el primer top de salida a un 210º en la segunda. Paschalidis y Konstantinos pusieron el turbo y volaron, literalmente, hacia el primer paso de barlovento, seguidos de cerca, casi pegados, de los italianos Matteo Ferraglia y Lorenzo Bianchi. Ambas tripulaciones se disputaron ese primer puesto en el último tramo, siendo los griegos quienes se impusieron con claridad. Los transalpinos tuvieron que conformarse con la segunda plaza, mientras que la tercera fue a parar a manos de Burvill y Aznan.