Carlos Moro volvió a defender la portería de la Peña tras su paso por el San Rafael. Su estreno fue inmejorable. En la imagen se aprecia el momento en el que se estira para despejar el penalti lanzado por Fede.

El título en la Tercera División balear está más abierto que nunca. La Peña Deportiva se ha encargado de mantener su asfixiante presión sobre el Mallorca B a golpe de victorias y, tras la jornada de ayer, son tan solo cuatro los puntos que separan a ambos equipos antes del tramo decisivo del campeonato autonómico. Los de Santa Eulària han recortado en solo tres jornadas 7 puntos al filial bermellón después de que los ibicencos hicieran ayer los deberes frente al Ferriolense (2-0) y que el equipo bermellón se dejara dos nuevos puntos en la visita del Binissalem a Son Bibiloni (1-1).

En Santa Eulària se vivió ayer un thriller con varios protagonistas. El malo fue sin lugar a dudas el colegiado Martínez Mayol. El trencilla llegó a la Villa del Río con un descaro inexcusable. En la primera parte y tras el temprano tanto de Ramiro –su cabezazo a centro de Raúl rebotó en un defensa antes de besar la red–, el tal Mayol acosó a faltas al equipo local y estigmatizó el choque con una ridícula expulsión por doble amarilla a Adrián Rosa cuando acaban de cumplirse los primeros 20 minutos.

El atropello del colegiado acabó en penalti y expulsión al central peñista por unos supuestos agarrones reiterados sobre un rival antes de que se botara un córner. Mayol dejó en inferioridad a la Peña de cara a los restantes 70 minutos y empujó al Ferriolense al empate.