Una imagen del último partido del San Rafael como local contra el Mercadal.

Que al San Rafael no le van las cosas bien es vox populi y que va a sufrir para conseguir la permanencia, una realidad. El equipo ‘rafeler’ lleva tiempo tratando de reaccionar, pero todavía no ha llegado ese punto de inflexión que cambie el curso de los ‘blue’, incapaces de sumar tres puntos de una tacada desde el pasado 26 de enero, cuando se impusieron al Manacor por 3-1. Las jornadas pasan y el tiempo se agota, por lo que el conjunto de Vicente Román debe despertar ya si quiere conseguir la permanencia. Ahora, el San Rafi afronta dos partidos consecutivos como local, cruciales para su futuro. El Llosetense es el primero de los dos próximos rivales que visitan Sant Rafel. Ganarle no es una opción, sino una obligación.

Pero no será fácil. Es cierto que el cuadro mallorquín merodea por tierra de nadie, inmerso en la zona media de la tabla sin mayores aspiraciones que quedar lo más alto posible en una temporada en la que ya se ha quedado sin optar al ‘play off’ de ascenso, del que le separan 13 puntos, y en la que la zona de descenso le queda también muy lejos, a 11 puntos. Sin embargo, el equipo de Óscar Troya se encuentra enrachado y mentalmente fuerte. En los últimos seis partidos solamente ha cosechado una derrota, números que contrastan con los cosechados entre la decimosexta y vigésima jornada, en las que cayó en cuatro de cinco enfrentamientos ligueros.

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