Después de varios años lamentando descensos de categoría motivados por las estrecheces económicas –los casos más flagrantes fueron los de la SD Ibiza y el Atlético Isleño de fútbol, el Gasifred Atlético de fútbol sala o el PDV de baloncesto femenino–, el aspecto deportivo comienza a ganarle terreno a la crisis gracias, en buena medida, a una gestión más sensata de los recursos por parte de los clubes pitiusos.

Son los casos del HC Eivissa y del HC Puig d’en Valls de balonmano. Los primeros equipos de ambos clubes han logrado en su primer año la permanencia en Primera División Nacional y en División de Honor Plata, respectivamente, a falta de varias jornadas para la conclusión de sus campeonatos. Y el siguiente paso para sus rectores es planificar el próximo curso. Miguel Ángel Escandell y José Antonio Ferrer, responsables de ambas entidades, confían en consolidar ambos proyectos en categoría nacional y reforzar así el gran trabajo de cantera que vienen realizando desde hace años.

«La idea es mantenernos en categoría nacional para ir sacando gente joven», indica el portavoz del nuevo HC #EivissaDiuNo, un conjunto que goza de una buena masa social; «se ve en cada partido que jugamos en Es Pratet», apunta Escandell, y de una cantera formada por más de 200 jugadores. «Para nosotros, sacar gente de la base es lo más importante. Con algún fichaje, quizás podríamos estar arriba, pero lo importante es salir con gente de aquí aunque se sufra en la liga», sostiene.