EIVISSA / IBIZA:

Reservado, pero convencido. Así se mostró Jordi Tur (Eivissa, 19-05-1998), exjugador del San Rafael formado en la Penya Blanc i Blava, en la primera entrevista que concede tras haber firmado como nuevo jugador del FC Barcelona tras haber descartado otras ofertas, entre ellas una del Real Madrid. El primer ibicenco que residirá en La Masía iniciará el 4 de agosto la pretemporada con el equipo azulgrana de Liga Nacional Juvenil. Ahí dará comienzo una aventura personal con el objetivo de «debutar en Primera».

En menos de un mes, rumbo a la Ciudad Condal.

—Sí. Desde que cerré el acuerdo estoy con unas ganas inmensas de ir a Barcelona.

¿Cómo viviste el momento del fichaje?

—No paré de llorar en toda la noche. Desde el momento que me dijeron que el Barça estaba interesado, me emocioné mucho, porque yo soy del Barça de toda la vida. Lloré, sobre todo, de felicidad. Es difícil dejarlo todo aquí, pero es mi sueño desde pequeño.

También fuiste objeto de deseo por parte de otras entidades.

—Sí, se interesaron varios clubes de España y uno de Inglaterra, pero entre mi familia y mi representante elegimos la mejor opción, que era la que yo quería: el Barcelona.

¿Cómo resultó la visita a La Masía?

—Muy bien. Nos enseñaron las instalaciones y quedé encantado. Me llamó la atención un mapa en el que están marcados con una chincheta los sitios de procedencia de los jugadores que han pasado o están en La Masía y resulta que Eivissa no salía.

En principio, acudes al equipo de Liga Nacional Juvenil, pero supongo que aspirarás a más.

—Primero hay que ganarse un puesto en el equipo que me toca. Luego ya se verá.

¿Cuál es el objetivo de tu nuevo equipo en esta competición?

—No me lo han dicho, pero el Barça siempre tiene que ganar. Llevar ese escudo es lo que implica.

Cuando la FIFA vetó al Barça en abril por los fichajes de menores, ¿viste peligrar tu incorporación?

—No. Me dijeron que estuviera tranquilo, que no había problema. Yo ya había firmado un mes antes.

¿Cuál es tu sueño deportivo?

—Debutar en Primera División.

Descríbete como jugador.

—Creo que pienso bastante rápido.

Si tuvieras que compararte con alguien del primer equipo, ¿con quién sería?

—Salvando las distancias, con Iniesta, que me gusta mucho. Es mi ídolo. También lo es Messi por todo lo que ha hecho.

¿Qué crees que te hará falta para triunfar?

—Ganas y sacrificio.

Eso te sobra.

—Bueno, creo que lo reúno, pero queda mucho trabajo por delante y también hará falta suerte.

¿Cómo llevas el hecho de irte de tu casa y de la isla?

—Es difícil dejar todo atrás. Llevo toda la vida aquí. Mis amigos y mi familia están aquí. Cuesta, pero creo que tira más el sueño. El pasado siempre lo tendré ahí.

Un chico de Eivissa como tú, que prácticamente juega contra vecinos, ¿realmente se planteaba algo así?

—Yo, desde pequeño, lo tenía claro. Siempre soñé con jugar en el Barça. Es un sueño hecho realidad.

Ya has pasado tanto por la selección ibicenca como por el combinado balear. ¿La selección española queda muy lejos?

—Hay que trabajar mucho más aún. Si ya es difícil de por sí la competencia en el Barça, en la selección es aún mayor, pero lucharé para eso. Está claro.

¿Qué te dijeron tus compañeros al leer publicado que te ibas al Barça?

—Algunos están contentos, pero otros que son más merengues, no tanto. Todo el mundo me felicitó. Todos se han portado bien conmigo, tanto los compañeros como los clubes en los que he estado.

¿Quiénes han sido los entrenadores que más te han marcado en tu carrera?

—Este último año he tenido muy buenas enseñanzas con Raúl Barroso, Toni Alba y Mariano, el entrenador de porteros. Estos dos años en el San Rafael me han marcado. También los que tuve en la Penya Blanci Blava se portaron muy bien y estuve muy a gusto.