Hay que ver las vueltas que da la vida. Lo que ayer parecía negro, ahora resulta que es blanco. Ese cambio tan radical es el que ha vivido el Vitamelo Peña Deportiva de fútbol sala en apenas una semana. De verse derrotado y moralmente hundido por haber caído contra el Incacolor en el duelo directo de aspirantes al título de Tercera División, ahora resulta que tiene la liga en la mano. Dos pinchazos en las tres últimas jornadas (un empate y una derrota) del hasta ayer invicto equipo mallorquín coloca a los de Santa Eulària a dos puntos de la primera posición y con un partido menos en su haber. Ese duelo aplazado al próximo mes de abril puede significar el título.

Quién podía imaginarse esto cuando, el pasado 21 de febrero, los por entonces pupilos de Rafa Angulo, que acabó siendo despedido y sustituido por Luis Coria, hincaron la rodilla contra el líder. Kike acabó desquiciado y expulsado. Víctor Prado no pudo contener sus lágrimas en el túnel de vestuario tras el golpe. El sueño del ascenso se difuminaba, se diluía como una aspirina en un vaso de agua. Ahora, el panorama ha cambiado por completo. Lo que ayer se veía oscuro, ahora es pura luz. Los milagros existen.