Pepe Bernal pasa el balón en una acción del duelo de ayer.

FORMENTERA: 1

PEÑA SPORT: 2

El sueño del ascenso se difuminó ayer, pero no del todo. El Formentera perdió la batalla entre campeones de grupo ante el Peña Sport, ésa que brindaba el salto directo a Segunda División B. El conjunto de Luis Elcacho, que venía de empatar sin goles en Tafalla, hincó la rodilla por 1-2 contra los navarros, que celebraron por todo lo alto un triunfo que les devuelve a la categoría de bronce. Ahora, los rojillos deberán superar dos eliminatorias en la repesca para poder ascender. Hoy conocerá a su rival en un sorteo en el que también estará la Peña Deportiva.

El cuadro de la pitiusa menor llevaba año y medio sin ceder una derrota en el Campo Municipal de Sant Francesc Xavier. Es más, ni siquiera había encajado dos goles en su feudo en toda la temporada. No fue ayer el mejor momento para poner fin a esa buena racha, pero el fútbol tiene estas cosas. El Peña Sport fue mejor, tanto en la ida como en la vuelta, y no se le puede poner ningún pero, como tampoco a un Formentera que luchó hasta el final por lograr su objetivo.

El encuentro se puso en contra apenas pasado el primer cuarto de hora de juego. Un claro derribo de Marcos Contreras en el área fue castigado con penalti y tarjeta amarilla. Iturralde asumió la responsabilidad de lanzar desde los 11 metros y no perdonó. Decidió lanzar al centro de la portería y el balón besó las mallas mientras el guardameta local se vencía a su izquierda. El millar de aficionados formenterenses que se dio cita en la grada enmudeció.

El equipo de Luis Elcacho trató de olvidarse de todo y buscó la triangulación para hacer el empate, pero no encontró nunca la forma de crear peligro ante un equipo visitante que se empezó a sentir cómodo a la contra. Tanto le costaba amenazar a su rival a la escuadra de la pitiusa menor que su mejor ocasión de peligro ni siquiera finalizó con disparo. Un pase de Mourad al interior del área no pudo alcanzarlo Górriz, que se jugó la segunda amarilla en su intento de remate. Menos mal que no tocó al portero.

Tras el descanso, el Peña Sport no tardó en poner la puntilla. Una contra de libro conducida por Giles en la banda izquierda supuso el 0-2, obra de un Uriz que marcó a placer. El Formentera estaba obligado entonces a marcar tres goles, una misión que acabó tornándose imposible. De hecho, los navarros estuvieron cerca de ampliar su renta, pero fue Tena, de penalti tras una infantil acción de Iván –le dio una patada a Adrian sin el balón en juego en el interior del área–, el que vio puerta.

El partido estaba ya en el tiempo de prolongación y, a pesar de la superioridad numérica, hacer dos goles más no fue posible. Noguerol metió el miedo al Peña Sport en un disparo que pudo suponer el empate, pero la pelota no entró y los navarros no sufrieron para celebrar su objetivo, el mismo que buscará el cuadro de la pitiusa menor en la repesca.