Jordi Serra, del San Rafael, conduce el balón en una acción de la primera parte del partido contra el Platges de Calvià. | DE

A la undécima fue la vencida. Después de diez ocasiones –algunas claras, otras no tanto–, el San Rafael vio portería ante un Platges de Calvià que demasiado hizo con no salir goleado de la cancha rafelera. El equipo de Vicente Román logró su primera victoria de la temporada y toma algo de aire después de un inicio liguero mejorable. Y lo hizo de forma merecida, exhibiendo buenos argumentos defensivos y ninguna laguna defensiva. No en vano, Hortal no tuvo que intervenir en ningún momento, convirtiéndose en un espectador más.

No se puede decir que la primera mitad fuera un monólogo blue, pero casi lo fue. Aunque el Platges de Calvià no se deshizo de la pelota, lo cierto es que no encontró nunca la forma de crear peligro, todo lo contrario que el cuadro local. El San Rafi sí sabía cómo hacer daño, con Cristian Cruz y Luque como referentes. El buen uno contra uno de estos dos jugadores trajo en jaque a la zaga mallorquina en todo momento.

El catalán tuvo especialmente varias oportunidades para desnivelar la balanza, pero, al contrario de otras tardes, no supo alojar la pelota entre los tres palos en el primer acto. Hasta en cuatro ocasiones lo intentó, pero sin suerte, una de ellas clarísima. En el minuto 42, el pichichi rafeler del pasado curso enfiló al portero en diagonal completamente solo, incluso con la opción de asistir a Elías en el segundo palo, pero lanzó alto. Increíble, pero cierto.

Anteriormente, Zurdo, Cristian, Aparicio y Jordi Serra también habían tenido sus oportunidades. La más clara se produjo en el minuto 36, en una segunda jugada en la que un defensor sacó la pelota dentro de la portería. El gol fantasma no subió al marcador pese a las protestas del público. Sí lo hizo otro en el tiempo de descuento. Un zapatazo de Cristian Cruz en el interior del área golpeó en el travesaño y, según el árbitro, el bote traspasó la raya. Era la undécima vez que creaban peligro los de Vicente Román, que fallaron más que una escopeta de feria. Menos mal que, al final, lograron su cometido y se marcharon con ventaja en el marcador a los vestuarios. Sin duda, era lo más justo.

Los visitantes no encajaron nada bien el tanto, de esos denominados psicológicos. Nada más volver de vestuarios, el panorama se les puso más negro con un nuevo tanto blue. A los cinco minutos, un medido centro de Elías desde la banda derecha lo cabeceó en plancha Cristian Cruz al fondo de las mallas. Golazo.

El equipo de Adolfo Rodríguez no supo reaccionar. Si el primero le había sentado como un jarro de agua fría, el segundo le supuso el mazazo definitivo. Los minutos pasaron con más pena que gloria, sin que se percibiera peligro por parte de los mallorquines en ningún momento.

Con el partido bajo control, Vicente Román decidió dar los primeros minutos de la temporada a Pantoja, delantero fichado el pasado verano para suplir a Carvajal. La entrada del espigado ariete desplazó a Luque a la mediapunta, posición en la que se había manejado hasta entonces un Jordi Serra participativo y peleón.

Con el Platges de Calvià visiblemente afectado, Luque aprovechó para sumarse a la fiesta. Lo que se la había negado en la mitad anterior apareció por fin: el gol. Un pase en profundidad de Aparicio le permitió entrar en el área con el balón controlado y puso el esférico en la misma escuadra. Impresionante.

Aún hubo tiempo para más. Los locales no quitaron el pie del acelerador, demostrando así ambición e inconformismo. El recién llegado Pantoja quiso reivindicar un sitio en el once. Entró al campo por Jordi Serra y solamente necesitó nueve minutos para estrenarse como goleador. Elías recuperó la pelota en la línea de tres cuartos, sorteó a dos rivales y asistió al exjugador del Extremadura Unión Deportiva para que hiciera el cuarto de un San Rafael que ofreció, posiblemente, su mejor versión de las dos últimas temporadas. Esto promete.