No hubo revancha. Ni atisbo de ella. Y todo por errores, graves, propios en defensa, uno de los puntos fuertes del Mercadal en estos dos últimos años. El cuadro rojiblanco se lo puso en bandeja a la Peña Deportiva, sin desmerecer méritos al equipo de Dani Mori, muy superior a partir del 0-1, que enlaza cuatro victorias consecutivas para entrar en posiciones de play off. El inexplicable desconcierto en tareas defensivas del grupo de Lluís Vidal lo aprovechó a la perfección el once pitiuso, muy seguro atrás, solidario en su trabajo y con un dúo letal arriba con tanta clase como trabajo. David Camps volvió a demostrar que es algo más que un goleador y Winde llevó al límite a la zaga local, demasiado endeble ayer.
La Peña resolvió sus problemas con el gol, algo que en el Mercadal no tiene, por ahora, visos de solución. No hubo falta de efectividad simplemente porque no hubo ocasiones. Tan sólo una en la primera mitad en remate de Franco, que obligó a

Torres a intervenir a fondo, y una acción embarullada en el arranque del segundo tiempo con opción para Izan, que acabó en córner.

Lo peor quizás fue la imagen de impotencia ofrecida en la segunda parte, era imposible levantar un 0-3 a un adversario como la Peña, y así lo entendió el Mercadal, que no creyó en sus opciones de obrar un milagro deportivo. Quiso, pero no pudo y al potente cuadro de Santa Eulària le fue suficiente con mantener la tensión en defensa.

El inicio no hacía presagiar lo que se avecinó. El Mercadal salió fuerte y tuvo un buen arranque, peleó en desventaja en el cuerpo a cuerpo con el físico visitante pero no se arredró por ello. En un saque de banda lateral, Winde se fue con facilidad y la puso al interior del área para que David Camps disparara de primeras ajustado al palo. El ciutadellenc no celebró el tanto.
El gol reforzó a los de Mori, que nunca renunciaron al ataque. Rafa, que comenzó de exterior, fue otro quebradero de cabeza y un centro suyo sirvió para que Winde cabeceara sin oposición desde el interior del área pequeña (18’). Antes del descanso llegó la sentencia con un libre directo ejecutado por Camps al palo y que Winde, ante la pasividad de la zaga, aprovechó para marcar en el rechace. Ahí se acabó todo, porque en la segunda parte nunca peligró el marcador.