La presentación de la primera edición de esta prueba se efectuó ayer frente a la iglesia de Sant Carles. Foto: D. M.

El motor ibicenco está de enhorabuena por la incursión en el calendario de una nueva cita que abrirá el Campeonato de Baleares de Montaña 2016: la I Pujada a Aigües Blanques, que tendrá lugar durante la mañana del próximo domingo entre Santa Carles y Cala de Sant Vicent, a caballo de los municipios de Santa Eulària y Sant Joan.

Se trata de una prueba de asfalto, la primera que organiza el Motor Club San Rafael Pitiús, que discurrirá sobre un tramo de tres kilómetros de la carretera PM-810, desde su inicio en sa Cala de Sant Vicent en dirección hacia Sant Carles, llegando a la altura de Aigües Blanques. En total, se espera la participación de 40 pilotos, la mayor parte de ellos de las Pitiüses y solo dos procedentes de Mallorca.

Carretera cortada

Según indicaron Santi Marí y Salvador Losa, concejales de Sant Joan y Santa Eulària, respectivamente, la prueba implicará el cierre al tráfico de la mencionada vía durante toda la mañana del domingo. «Se ha avisado a los vecinos, que lo han entendido y a los que agradecemos su comprensión», manifestó Marí. No obstante, la organización permitirá puntualmente algunos desplazamientos a los vecinos en los momentos en los que no haya competición, según indicaron.

Precisamente, para evitar mayores molestias a los vecinos, las verificaciones técnicas se efectuarán el sábado por la tarde a partir de las 17.00 horas frente al Pabellón de Santa Eulària, donde también se exhibirán al público los vehículos participantes.

De esta manera, la competición en sí misma se ceñirá al domingo, arrancando motores a las 08.30 horas con cinco subidas completas consecutivas, tres de entrenamiento y dos competitivas. La organización prevé que la prueba finalice sobre las 14.30 horas.

Por otra parte, el Motor Club San Rafael Pitiús anunció la disponibilidad del trenecito turístico de Sant Carles, que trasladará a vecinos y público asistente entre la iglesia de esta parroquia y la zona de meta, una de las mas espectaculares según señaló la organización.

A su vez, el piloto José Joaquín Fernández, que ejerció de maestro de ceremonias en la presentación de la competición frente a la iglesia de Sant Carles, especificó algunos detalles de esta prueba y definió su formato como «novedoso» porque «también será puntuable para tramos cronometrados, no sólo para la subida a la montaña, lo que significará que habrá siete equipos en pista que llevarán copiloto».

Asimismo, remarcó que la I Pujada a Aigües Blanques también será puntuable para la Copa de Baleares de Drifting, modalidad que contará con dos inscritos, de los que J.J. dijo que «harán las delicias del público, dando el máximo espectáculo haciendo derrapar sus coches con control».

Fernández manifestó su alegría porque Eivissa pueda albergar esta competición «coincidiendo con el momento que tenemos de falta de pruebas automovilísticas y la demanda de los pilotos».

LA NOTA

La falta de barcos resta participantes

La I Pujada a Aigües Blanques contará con la participación de 40 pilotos, una cifra que podría haber sido bastante más alta si no hubiera sido por la falta de conectividad marítima. Según explicó el presidente del Motor Club San Rafael Pitiús, Marcelo Torres, la prueba ha coincidido con «un parón técnico de la naviera que une Palma y Eivissa, por lo que el último barco que venía llegaba el jueves y el siguiente que partía no lo hacía hasta el martes por la noche». Torres lamentó que «los 10 o 15 pilotos que habían manifestado su interés en venir lo descartaron hace unos 15 días, cuando conocimos esta situación». Es una lastima porque hubiera podido haber sido una participación increíble en la primera edición. Así, la primera edición de esta cita del motor se limitará a 40 pilotos, cuya inmensa mayoría son de las Pitiüses, perteneciendo 35 de ellos a la entidad organizadora y otros tres al Automóvil Club de Ibiza y Formentera. Los dos pilotos restantes son los mallorquines Pedro Mayol y Ramón Moya, los únicos foráneos que tomarán parte de esta cita. «Una lástima», sentenció Torres.