Después de una magnífica campaña rubricada con el broche de campeón de liga del grupo balear, el Formentera se encuentra hoy a un solo paso de convertir en realidad el ansiado sueño del ascenso a la categoría de bronce del fútbol nacional.

Sin querer lanzar aún las campanas al vuelo y frenando la lógica euforia que impera en cada uno de los corazones de la afición rojinegra, el Formentera acaricia desde ayer con la punta de sus dedos la posibilidad de conseguir el histórico salto de categoría hacia la Segunda División B, tras imponerse en casa al Alavés B por 2-0 en la ida de su eliminatoria por el ascenso.

Los de Tito García Sanjuán, fieles al estilo que han demostrado durante la temporada, salieron a por todas desde el inicio en busca de un gol que les allanase el camino hacia el anhelado ascenso. Así, cuando apenas se habían cumplido unos escasos treinta segundos de partido, el delantero rojinegro Juan Antonio avisó por primera vez al cuadro rival de sus intenciones, finalizando la primera acción de juego con un remate seco y ajustado que se fue contra uno de los palos de la meta visitante. Con un juego intenso en todas sus líneas y siempre buscando salidas con peligro, el Formentera se fue haciendo con la manija del partido frente a un Alavés B que, a pesar de su buena colocación y sus buenas maneras sobre el terreno, se vio superado en muchos momentos por el empuje de los locales.

Fruto de ese dominio, el cuadro rojinegro fue acercándose cada vez con más ambición hacia la portería alavesa. De este modo, a los 18 minutos, tras un saque de córner botado por Willy, el Formentera consiguió adelantarse en el marcador gracias a un autogol del visitante Alejandro cuando trataba de evitar que el ariete Juan Antonio cabeceara a puerta el esférico.

La mala fortuna se cebó de nuevo con el Alavés B, ya que unos minutos después, su mediocentro Jon Ander, tenía que retirarse por lesión, trastocando así el planteamiento inicial de su entrenador. Con el resultado ya a favor, el Formentera se hizo dueño del encuentro, contando con varias llegadas para haber aumentado su renta, aunque al final se llegó al descanso con ventaja mínima en el luminoso.

Tras el intermedio, el Alavés B se sacudió el dominio local, redobló su intensidad y empezó a darle la vuelta a las tornas, pasando a controlar la pelota y a encontrar espacios por los que progresar hacia Contreras. No obstante, ese dominio de los visitantes no cuajó en verdadero peligro debido a la falta de pegada de sus hombres en ataque. Un factor que aprovechó el Formentera para rematar su faena y ampliar el resultado en el descuento. Górriz, atento, le robó la cartera a un defensor y le cedió el cuero a Juan Antonio para que éste encarara a Landeta y lo batiese con algo de fortuna después de dar el balón en el central Miguel.